Por José Alonso Torres
El Rector general de la Universidad de Guadalajara, Carlos Briseño Torres, anticipó que la institución no respalda los proyectos turísticos en Chamela Cuixmala.
En una entrevista en radio, Briseño Torres comentó que Semarnat se precipitó en la realización de los estudios de los proyectos de La Tambora y Careyes, pues se necesitan investigaciones más a fondo.
"Creo que en las condiciones actuales no deben realizarse esos proyectos, bajo las condiciones actuales en las que están los proyectos y que fueron autorizados se requiere un estudio más a fondo con la participación de muchas más autoridades, instituciones, en particular universidades, y no sólo la de Guadalajara, también la UNAM que tiene ahí un centro de investigaciones", comentó.
El estudio será presentado hoy oficialmente por las autoridades e investigadores de la UdeG involucrados en el proyecto, aunque los resultados le fueron entregados al Rector general desde la semana pasada.
La UNAM ya dio a conocer su rechazo a los proyectos a través de un estudio realizado por sus expertos y trascendió que al darse cuenta de que la investigación de la UdeG también estaba en contra del proyecto, autoridades de la Semarnat se preocuparon y buscaron a los científicos que hicieron el diagnóstico en el Departamento de Estudios para el Desarrollo Sustentable de las Zonas Costeras.
Briseño Torres agregó que la UdeG se opondrá a todos aquellos proyectos que afecten los recursos naturales con que cuenta el Estado.
Thursday, May 31, 2007
Preparan Postura sobre Chamela
Por Sergio Hernández y Laura Rodríguez
El Gobierno de Jalisco dará a conocer en unos días más su postura interinstitucional de lo que está pasando en la zona de Chamela-Cuixmala con la aprobación de proyectos turísticos de lujo por parte de la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno federal.
"Daremos a conocer ya la postura oficial del Gobierno del Estado en la que van conjuntadas diversas dependencias o secretarías, y todas han visto de forma unánime la conveniencia de que se conjunten o se observen con mayor detenimiento el 100 por ciento de las recomendaciones ambientales para que este tipo de desarrollos no puedan constituirse en un retroceso en vez de un factor que detone la Costalegre", indicó Martha Ruth del Toro, titular de la Secretaría del Medio Ambiente estatal.
"Estamos en concordancia con un desarrollo armónico, que integre y vincule a las comunidades, que respete las vocaciones naturales de los sitios y que nos genere un desarrollo que las siguientes generaciones lo vean como decisiones acertadas que hoy tomamos las autoridades que estamos al frente de esto. En breve estaremos dando una postura conjunta".
El martes la UdeG reprobó la actuación de Semarnat a la que señala por autorizar los proyectos turísticos Tambora y Marina Careyes, los cuales generarán impactos irreversibles en el ecosistema de Chamela-Cuixmala, prioritario para la conservación a nivel mundial.
El Gobernador Emilio González mostró una tibia postura al señalar que en realidad el Gobierno estatal no puede intervenir en el caso.
"Este es un proyecto federal y la autoridad federal en materia de recursos naturales señala que se cumple con la reglamentación, por lo tanto, siendo un proyecto federal, siendo una zona federal, ellos son la autoridad para decir si el proyecto sigue o no sigue", dijo.
"Con gusto, si recibimos una petición formal de la Universidad (de Guadalajara), estaremos en la posibilidad de acercarlos con la autoridad federal para que escuchen sus argumentos".
El Gobierno de Jalisco dará a conocer en unos días más su postura interinstitucional de lo que está pasando en la zona de Chamela-Cuixmala con la aprobación de proyectos turísticos de lujo por parte de la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno federal.
"Daremos a conocer ya la postura oficial del Gobierno del Estado en la que van conjuntadas diversas dependencias o secretarías, y todas han visto de forma unánime la conveniencia de que se conjunten o se observen con mayor detenimiento el 100 por ciento de las recomendaciones ambientales para que este tipo de desarrollos no puedan constituirse en un retroceso en vez de un factor que detone la Costalegre", indicó Martha Ruth del Toro, titular de la Secretaría del Medio Ambiente estatal.
"Estamos en concordancia con un desarrollo armónico, que integre y vincule a las comunidades, que respete las vocaciones naturales de los sitios y que nos genere un desarrollo que las siguientes generaciones lo vean como decisiones acertadas que hoy tomamos las autoridades que estamos al frente de esto. En breve estaremos dando una postura conjunta".
El martes la UdeG reprobó la actuación de Semarnat a la que señala por autorizar los proyectos turísticos Tambora y Marina Careyes, los cuales generarán impactos irreversibles en el ecosistema de Chamela-Cuixmala, prioritario para la conservación a nivel mundial.
El Gobernador Emilio González mostró una tibia postura al señalar que en realidad el Gobierno estatal no puede intervenir en el caso.
"Este es un proyecto federal y la autoridad federal en materia de recursos naturales señala que se cumple con la reglamentación, por lo tanto, siendo un proyecto federal, siendo una zona federal, ellos son la autoridad para decir si el proyecto sigue o no sigue", dijo.
"Con gusto, si recibimos una petición formal de la Universidad (de Guadalajara), estaremos en la posibilidad de acercarlos con la autoridad federal para que escuchen sus argumentos".
Monday, May 28, 2007
Solicitan Información de Complejo de Lujo

Por Sergio Hernández
Al menos dos meses más tardará la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para resolver si autoriza un nuevo complejo turístico en Chamela Cuixmala, ya que solicitó a los empresarios más información sobre su proyecto.
Esto ante la serie de dudas que han surgido en diversas dependencias respecto a las afectaciones que provocará a la flora y fauna de la zona el establecimiento de Rancho Don Andrés, sobre 577.9 hectáreas, adicionando las afectaciones de Tambora y Marina Careyes, autorizados ahí mismo en noviembre del 2006.
De esto ya está enterado el representante legal de la empresa Punta Farallón, Raúl Niebla López, quien la semana pasada recibió la notificación de la Dirección de Impacto y Riesgo Ambiental, donde se le da un plazo máximo de 60 días para que responda a la serie de dudas existentes relacionadas con Rancho Don Andrés.
Una de las preocupaciones de la Semarnat es la afectación que sufriría el Santuario de Teopa con la edificación del Rancho Don Andrés, donde desovan las tortugas en peligro de extinción, ya que los promoventes no precisan cómo es que evitarán la contaminación lumínica en las noches, que afecta a las tortugas.
Otra duda de la Semarnat que deberán responder los empresarios es la afectación que Rancho Don Andrés provocará con su presencia en toda la región ambiental, y no solamente en la zona de selva y costa que busca urbanizar, tomando en cuenta que el proyecto está totalmente dentro de la Reserva MAB-UNESCO Chamela Cuixmala.
Además, Semarnat solicita a la empresa Punta Farallón que justifiquen científicamente su dicho de que el proyecto no afecta las poblaciones de flora y fauna consideradas en peligro de extinción presentes en el sitio de construcción.
El oficio 0472/07 de la Dirección de Evaluación de los Sectores Primario y Servicios de Semarnat enviado a la empresa, menciona que en los documentos del proyecto no se analiza la relevancia del predio como corredor biológico entre la costa y la selva para las distintas especies de fauna, y consecuentemente no se evalúan los impactos que el proyecto puede ocasionar a este servicio ambiental.
Otras dudas de Semarnat son cómo saneará Rancho Don Andrés sus aguas residuales, con qué agua pretenden llenar el lago artificial y cómo harían para abastecer de agua el proyecto sin afectar los humedales.
Al menos dos meses más tardará la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para resolver si autoriza un nuevo complejo turístico en Chamela Cuixmala, ya que solicitó a los empresarios más información sobre su proyecto.
Esto ante la serie de dudas que han surgido en diversas dependencias respecto a las afectaciones que provocará a la flora y fauna de la zona el establecimiento de Rancho Don Andrés, sobre 577.9 hectáreas, adicionando las afectaciones de Tambora y Marina Careyes, autorizados ahí mismo en noviembre del 2006.
De esto ya está enterado el representante legal de la empresa Punta Farallón, Raúl Niebla López, quien la semana pasada recibió la notificación de la Dirección de Impacto y Riesgo Ambiental, donde se le da un plazo máximo de 60 días para que responda a la serie de dudas existentes relacionadas con Rancho Don Andrés.
Una de las preocupaciones de la Semarnat es la afectación que sufriría el Santuario de Teopa con la edificación del Rancho Don Andrés, donde desovan las tortugas en peligro de extinción, ya que los promoventes no precisan cómo es que evitarán la contaminación lumínica en las noches, que afecta a las tortugas.
Otra duda de la Semarnat que deberán responder los empresarios es la afectación que Rancho Don Andrés provocará con su presencia en toda la región ambiental, y no solamente en la zona de selva y costa que busca urbanizar, tomando en cuenta que el proyecto está totalmente dentro de la Reserva MAB-UNESCO Chamela Cuixmala.
Además, Semarnat solicita a la empresa Punta Farallón que justifiquen científicamente su dicho de que el proyecto no afecta las poblaciones de flora y fauna consideradas en peligro de extinción presentes en el sitio de construcción.
El oficio 0472/07 de la Dirección de Evaluación de los Sectores Primario y Servicios de Semarnat enviado a la empresa, menciona que en los documentos del proyecto no se analiza la relevancia del predio como corredor biológico entre la costa y la selva para las distintas especies de fauna, y consecuentemente no se evalúan los impactos que el proyecto puede ocasionar a este servicio ambiental.
Otras dudas de Semarnat son cómo saneará Rancho Don Andrés sus aguas residuales, con qué agua pretenden llenar el lago artificial y cómo harían para abastecer de agua el proyecto sin afectar los humedales.
Cuestionan construcción de Desarrollo Turístico
Sergio Hernández
Ni en la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp), ni en la Comisión para el Manejo y Uso de la Biodiversidad (Conabio), ven con buenos ojos que se pretenda autorizar un tercer proyecto turístico en la zona de Chamela Cuixmala, que el Gobierno de México se comprometió a proteger ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En un oficio dirigido a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el titular de la Conanp, Ernesto Enkerlin Hoeflich, advierte que el proyecto turístico de lujo denominado Rancho Don Andrés, se pretende edificar en una zona de la costa de Jalisco considerada por el Fondo Mundial de la Vida Silvestre (WWF) como una de las ecorregiones prioritarias para la conservación a nivel mundial.
Además, advierte que Rancho Don Andrés se ubicaría junto a la playa Teopa, un santuario para la conservación de la tortuga marina donde los empresarios pretenden realizar actividades para los turistas como cabalgatas, lo que Conanp considera como inaceptable.
"Sobresale el hecho de que este sitio es una de las pocas playas mexicanas que acoge a la tortuga laúd, especie en peligro crítico y cuyas poblaciones aún no se recuperan", indica el oficio enviado por Ernesto Enkerlin a la Dirección de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat.
En esta última dependencia, el año pasado se autorizaron en la misma zona de Chamela los complejos turísticos Tambora y Marina Careyes, a pesar de la postura en contra de diversas instancias.
La Conanp señala a la Semarnat en su oficio F00384 que en la decisión final de autorizar o no el proyecto, se debe tomar en cuenta que Rancho Don Andrés afectará al bosque tropical caducifolio, considerado como el ecosistema tropical más amenazado del planeta.
La Semarnat analiza los impactos que traerá el proyecto Rancho Don Andrés, basado en un documento denominado Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que los empresarios mandan elaborar a despachos de especialistas en el tema.
Pero la MIA de Rancho Don Andrés tiene importantes carencias, de acuerdo con la Conanp, porque, entre otras cosas, no abunda en los impactos ambientales.
De Conabio no fue posible obtener el documento con la postura oficial sobre Rancho Don Andrés.
Pero el Doctor Eduardo Morales Guillaumin, Coordinador de Información y Servicios Externos de Conabio, dijo que sería delicada la afectación a la selva de esta zona de la costa de Jalisco, como en su momento lo señalaron a la Semarnat sobre el proyecto Tambora, que se edificará también en Chamela Cuixmala.
"Para esa zona en particular es un poco delicado (el proyecto) porque es una zona donde se está protegiendo el bosque tropical caducifolio y (la costa del Pacífico) es el último gran remanente de este tipo de vegetación en nuestro País", indicó Eduardo Morales.
"Estamos poniendo bajo una presión muy fuerte, no sé si innecesaria, a los últimos relictos de este tipo de vegetación en nuestro País".
Calla la UdeG
La Universidad de Guadalajara guarda con celo su diagnóstico de los proyectos turísticos en Chamela Cuixmala, a pesar de que ya terminó el análisis, documento realizado por el Departamento de Estudios para el Desarrollo Sustentable de las Zonas Costeras.
Cuando funcionarios de la Semarnat se enteraron de que habría una postura pública de la UdeG, como lo hizo la UNAM, se alarmaron.
El Director de Impacto Ambiental de Semarnat, Ricardo Juárez, denunciado por autorizar sobre Chamela dos complejos turísticos, se trasladó en abril a Melaque, para hablar con investigadores de la UdeG.
La primera versión del documento de la Universidad señalaba una negativa rotunda para que Semarnat autorizara una nueva afectación en Chamela, pero luego de los encuentros con funcionarios federales, la postura universitaria es incierta.
Ni en la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp), ni en la Comisión para el Manejo y Uso de la Biodiversidad (Conabio), ven con buenos ojos que se pretenda autorizar un tercer proyecto turístico en la zona de Chamela Cuixmala, que el Gobierno de México se comprometió a proteger ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En un oficio dirigido a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el titular de la Conanp, Ernesto Enkerlin Hoeflich, advierte que el proyecto turístico de lujo denominado Rancho Don Andrés, se pretende edificar en una zona de la costa de Jalisco considerada por el Fondo Mundial de la Vida Silvestre (WWF) como una de las ecorregiones prioritarias para la conservación a nivel mundial.
Además, advierte que Rancho Don Andrés se ubicaría junto a la playa Teopa, un santuario para la conservación de la tortuga marina donde los empresarios pretenden realizar actividades para los turistas como cabalgatas, lo que Conanp considera como inaceptable.
"Sobresale el hecho de que este sitio es una de las pocas playas mexicanas que acoge a la tortuga laúd, especie en peligro crítico y cuyas poblaciones aún no se recuperan", indica el oficio enviado por Ernesto Enkerlin a la Dirección de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat.
En esta última dependencia, el año pasado se autorizaron en la misma zona de Chamela los complejos turísticos Tambora y Marina Careyes, a pesar de la postura en contra de diversas instancias.
La Conanp señala a la Semarnat en su oficio F00384 que en la decisión final de autorizar o no el proyecto, se debe tomar en cuenta que Rancho Don Andrés afectará al bosque tropical caducifolio, considerado como el ecosistema tropical más amenazado del planeta.
La Semarnat analiza los impactos que traerá el proyecto Rancho Don Andrés, basado en un documento denominado Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que los empresarios mandan elaborar a despachos de especialistas en el tema.
Pero la MIA de Rancho Don Andrés tiene importantes carencias, de acuerdo con la Conanp, porque, entre otras cosas, no abunda en los impactos ambientales.
De Conabio no fue posible obtener el documento con la postura oficial sobre Rancho Don Andrés.
Pero el Doctor Eduardo Morales Guillaumin, Coordinador de Información y Servicios Externos de Conabio, dijo que sería delicada la afectación a la selva de esta zona de la costa de Jalisco, como en su momento lo señalaron a la Semarnat sobre el proyecto Tambora, que se edificará también en Chamela Cuixmala.
"Para esa zona en particular es un poco delicado (el proyecto) porque es una zona donde se está protegiendo el bosque tropical caducifolio y (la costa del Pacífico) es el último gran remanente de este tipo de vegetación en nuestro País", indicó Eduardo Morales.
"Estamos poniendo bajo una presión muy fuerte, no sé si innecesaria, a los últimos relictos de este tipo de vegetación en nuestro País".
Calla la UdeG
La Universidad de Guadalajara guarda con celo su diagnóstico de los proyectos turísticos en Chamela Cuixmala, a pesar de que ya terminó el análisis, documento realizado por el Departamento de Estudios para el Desarrollo Sustentable de las Zonas Costeras.
Cuando funcionarios de la Semarnat se enteraron de que habría una postura pública de la UdeG, como lo hizo la UNAM, se alarmaron.
El Director de Impacto Ambiental de Semarnat, Ricardo Juárez, denunciado por autorizar sobre Chamela dos complejos turísticos, se trasladó en abril a Melaque, para hablar con investigadores de la UdeG.
La primera versión del documento de la Universidad señalaba una negativa rotunda para que Semarnat autorizara una nueva afectación en Chamela, pero luego de los encuentros con funcionarios federales, la postura universitaria es incierta.
Tuesday, May 22, 2007
MEX-24: Las selvas secas de Jalisco avanzan hacia la extinción

Agustín Bernardo del Castillo Sandoval, Público Milenio, Guadalajara Jalisco - June 2006
La velocidad de destrucción de estos despreciados pero riquísimos ecosistemas es impre-sionante. En medio siglo se borró 53% de su cobertura y las tendencias apuntan a que en 2050 haya desaparecido 96%, según los científicos de Chamela-Cuixmala, único santuario protegido, que podría convertirse en isla de conservación
Costa Sur de Jalisco. A la selva seca, o baja, o caducifolia, la gente de esta región le dice simplemente “monte”. Lo que observan no puede competir con las imágenes que han reci-bido de las florestas paradisíacas siempre verdes, pobladas de árboles de 40 a 100 metros, llenas de color y de ruidos desenfrenados, de bestias extrañas, de fieras letales, de calores y humedad, de vapores matinales y arquitecturas naturales asombrosas.
Los humanos se asoman por la carretera y divisan una masa de arbustos y árboles de poca altura cubiertos por el gris uniforme. “Tienen la percepción de que aquello está muerto, que está totalmente seco y que no sirve para nada”, subraya Álvaro Miranda, coordinador cien-tífico de la Fundación Cuitzmala, institución que sostiene uno de los escasos reductos pro-tegidos de este reino natural en México: la reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala, en los parajes montañosos de la Costa Sur de Jalisco.
Sin embargo, en estos bosques aparentemente despojados de lo vital aguardan múltiples sorpresas. Basta recorrer una mañana los caminos interiores de la reserva. Una aguililla ha atacado a una Boa constrictor que se retuerce herida de muerte a la vera de la brecha, mien-tras la depredadora se protege de los extraños entre las copas de los árboles y lanza llama-das furiosas como en reclamo de su presa. Cerca de un estanque, cinco venados cola blanca toman agua inquietos y se dispersan con rapidez ante el primer ruido. Bosque abajo, ya cer-ca de los humedales, los grupos de coatíes trepan las grandes palmeras como precaución.
Manchones aquí y allá de grandes árboles verdes llenos de nidos de aves. Una red de cana-les contiguos al río Cuitzmala son hogar del mangle, los cocodrilos y cientos de aves de los esteros. Jaguares, pumas y ocelotes sigilosos transitan casi invisibles entre las rutas de la selva. Si no fuera por esas cámaras fijas diseminadas entre los árboles y esos collares que se les han instalado para seguirlos en sus vastos territorios. Cuál monte muerto.
La selva seca es un tablero de ajedrez donde cambia el paisaje según el agua, el viento y las sombras. La vida bulle a cada metro de estas florestas, en su mayor parte dominadas por la estacionalidad: densamente verdes los cuatro meses de lluvias, desconsoladoramente secas en el resto del año.
La sequía obliga a los organismos a tornarse más precavidos y a ahorrar energías para so-brevivir. Las zonas de humedad perenne son el sitio de concentración de la fauna para pro-veerse de agua y para procurarse la caza a lo largo del día. El resto de los ecosistemas, ese monte gris y despreciado, son corredores de las especies y prosperan solitarios. Si no fuera porque se sabe, y está muy bien estudiado, que en cada palo y en cada arbusto aparente-mente inerte hay un organismo que baja su actividad en espera de mejores tiempos, mien-tras el mundo de los insectos se desenvuelve febril debajo de la cubierta del bosque o entre las frágiles cortezas pelonas.
La persistencia de los prejuicios ha sido desastrosa para la salud de las selvas secas, donde, por si fuera poco, se alberga la mayor cantidad de especies exclusivas (endémicas) de todas cuantas existen en los subtrópicos del mundo. Su destrucción ha sido incontenible.
Bajo la justificación de que el “monte” no sirve para nada, y con el respaldo de diversos programas gubernamentales, se han arrasado millones de hectáreas a lo largo y ancho del país para dar paso a la agricultura, a la ganadería y a los desarrollos turísticos.
Hoy, la selva del litoral jalisciense, que es una de las mejor preservadas de México, está en una dinámica de desaparición que no ha podido ser contenida. Desde 1950, en que La mar-cha al mar abrió a la colonización intensiva esta región enclavada entre Manzanillo y Puer-to Vallarta, la extinción ha borrado unos dos mil kilómetros cuadrados de la antigua demar-cación tropical, superficie equivalente a la mitad del estado de Tlaxcala. Sobrevive una su-perficie un poco menor, pero la tasa de deforestación registrada en el año 2000 fue de 3.2 por ciento, el triple del promedio nacional.
La historia
Álvaro Miranda advierte que la revisión de fotos de satélite echa por tierra el mito de que la costa de Jalisco ha permanecido virgen. Hay al menos más de medio siglo de que la huella humana se hizo irreversible, cada vez de forma más acelerada (ver gráfico contiguo).
“Tenemos allí cuatro secuencias en el tiempo a partir de 1970, que es cuando se obtienen las primeras imágenes de satélite; allí se puede apreciar claramente la evolución del fenó-meno”. Un parteaguas importante es 1980, cuando ya estaba abierta la carretera costera (a partir de 1973) y la zona de riego de la presa Cajón de Peña, donde se desmontaron alrede-dor de 30 mil hectáreas para su aprovechamiento agrícola, que desde entonces ha sido par-cial e inconstante. “Allí se ve el impacto fuerte, procesos que no habían ocurrido nunca, que son ya la perturbación del interior de la selva, de manera que en la foto de 1992 se empieza ver de forma clara la fragmentación, un problema que es clave para nosotros, porque genera dificultades fuertes a la conservación, pues si estas zonas se desconectan las especies se aíslan y puede haber degradación genética y pérdida de biodiversidad”.
Pero estos procesos se dan a velocidades distintas. “Entre los años cincuenta y 1973 hay tasas bajas, pero en el siguiente periodo, hasta 1980, la carretera y la presa aceleran el dete-rioro; entre 1980 y 1986 hay una desaceleración que yo asocio a la crisis económica, y a partir de 1986 hasta 1992 se registra un aumento de la actividad económica; es cuando se dan una serie de apoyos políticos a problemas nocivos para estos bosques, como la ganade-ría extensiva [...] la tendencia desde 1992 es precisamente al crecimiento de la superficie ganadera; la superficie conservada decrece y la capacidad técnica para transformar el paisa-je se incrementa, porque tenemos más maquinaria, más población y una serie de incentivos gubernamentales para hacerlo”, subraya el investigador.
Así, mientras entre 1950 y 1973 se perdieron 30,230 hectáreas, en los siete años siguientes se acumularon otras 34 mil hectáreas. Desde 1980, la pérdida sumó casi 140 mil hectáreas, una superficie similar a la de la zona protegida de Manantlán, la mayor reserva del occiden-te de México.
Dentro de ese amplio espectro de deterioro, surge la única iniciativa formal para hacerle frente. Un decreto de diciembre de 1993 forma la reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala, sobre poco más de trece mil hectáreas de tenencia privada y pública, bajo la tutela de la Fundación Cuitzmala, surgida al amparo de la fortuna del multimillonario francobritánico Sir James Goldsmith, y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que tiene la estación de biología de Chamela desde hace más de treinta años.
Un esfuerzo insuficiente
El científico reconoce que el tamaño de la reserva apenas le permite funcionar como criade-ro de especies que luego salen para ser cazados. Una zona ecológica como isla no remedia la fragmentación tremenda de los ecosistemas. La esperanza la tiene puesta en la aplicación del Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de esta demarcación, que fue el pri-mero del país y data de 1997.
Su aplicación ha sido dificultosa, porque prevé el establecimiento de diversas áreas prote-gidas en toda la Costa, y la restauración de corredores de fauna, y esto ha topado con los poderosos intereses ganaderos, y sobre todo, turísticos, regionales. “Muchos de ellos piden abiertamente la necesidad de modificar el ordenamiento para ajustarlo a sus necesidades”. El coordinador científico plantea tres escenarios en su estudio. El optimista fue rebasado.
En 1992 se tenía una tasa de deforestación de 2.22 por ciento. En 2000 llegó a 3.22 por ciento. Actualmente quedan poco más de 1,800 km2 de selva seca, 47 por ciento del origi-nal. Esta cobertura podría bajar a 38 por ciento en 2010, pero si las tasas suben, el descenso llegaría a 32 por ciento. En 2050, el mundo prodigioso de los reptiles, los venados y las fieras habría prácticamente desaparecido. Entonces sí será el monte muerto e inútil que ven los profanos, pero sin esperanza de resurrección.
RECUADRO
¿Por qué salvar las selvas secas?
En México, al arribo de los conquistadores españoles, había unas seis millones de hectáreas de selva seca. Para Álvaro Miranda, fue el primer ecosistema presionado. Por citar un caso, todo El Bajío fue desmontado. Ya en pleno siglo XX, zonas completas de Guerrero y en general la depresión del Balsas fueron completamente arrasadas. Hoy son prácticamente desiertos.
Las selvas secas, que también se les conoce como caducifolias (o sea, las hojas de 75 por ciento de los árboles se caen) o bajas (pues la altuira del dosel en general no rebasa los diez metros), son uno de los reservorios de mayor riqueza en especies que tiene el planeta. No tiene la cantidad que se registra en las selvas húmedas, pero en cambio, se trata de especies únicas y restringidas. Esto significa que cuando una especie es borrada de una selva seca, podría estar desapareciendo de la faz de la tierra, lo que normalmente no sucede en una selva alta.
Una selva seca guarda especies sometidas a condiciones más extremas; su especialización es prodigiosa, su resistencia genética no tiene parangón.
Desarrollo entre violencia
Una historia de devastación ecológica fincada en pocos nombres remite al pasado inme-diato de la Costa del estado. Rodolfo Paz, Longinos Vázquez y Luis de Rivera son algunos de los actores más prominentes
Costa Sur de Jalisco. “A estas tierras el único que entraba era Rodolfo Paz”, advierte don Concho Rodríguez Palomera. Este anciano de 87 años arribó apenas a los siete con su padre a trabajar en la hacienda de Chamela, en medio de selvas densas, donde los venados se re-producían prodigiosamente y los jaguares (“tigres”) eran numerosos y apacibles con los humanos.
Es uno de los últimos testigos de la violenta, frecuentemente tramposa, colonización de estos vastos territorios que habían permanecido parcialmente intocados desde el derrumbe del mundo indígena, en los finales del siglo XVI.
Don Concho conoció a algunos de los personajes más célebres, clave para entender el pro-ceso de desorden legal que se desató en la región, semilla de la actual devastación ecológica y de los larguísimos conflictos agrarios, que prevalecen.
“La gente de acá estaba bien jodida, y ese señor mandaba; yo trabajé con él, nos la pasamos tumbando monte por todos lados, pues era dueño de casi todo, porque recibió una herencia de su señora, que se llamaba María de los Ángeles [de donde se tomó el nombre de Ángeles Locos, el predio que hoy ocupa el hotel Fiesta Americana]. La propiedad de El Tecuán también era de él, pero se la quitó el general Marcelino García Barragán porque descubrió que Rodolfo mató mucha gente...”.
Relata: el acceso a la zona sólo era posible por el mar, y el patrón acarreaba peones para trabajar en sus amplios dominios. “Metía gente por Tenacatita en lanchas de palo con alambres, viniendo desde Manzanillo; habíamos también los que veníamos de La Huerta, pero a nosotros nunca nos dañó [...] pagaba con fichas, y luego, cuando los peones querían regresarse a sus lugares de origen, se las cambiaba por dinero. Pero no los ayudaba a salir, la gente se iba como podía, y siempre ponía unos pistoleros a esperarlos en una cueva por la que debían cruzar; entonces los mataban, les quitaban el dinero y enterraban sus cuerpos en el fondo de un pozo”.
García Barragán, el general justiciero, luego gobernador de Jalisco (1943-1947) y secretario de la Defensa Nacional (1964-1979), lo sorprendió en el juego siniestro. Lo amenazó, le advirtió lo que pasaría si persistían esas barbaries, y como condición para el perdón le exi-gió que le escriturara el predio de El Tecuán. Justicia entre señores.
“Nosotros llegamos hace 35 años a esta región”, explica Arnoldo Ochoa Valencia, ejidata-rio y delegado municipal en San Mateo, municipio de La Huerta. Provenientes de Aguaje, en Aguililla, en la Tierra caliente de Michoacán, recuerda que el periplo con todo y gallinas lo realizaron en dos días. La carretera costera ya estaba en construcción, y era un mundo caluroso lleno de monte al que hubo que acostumbrarse.
“Allá en nuestra tierra no teníamos parcela, pero a mi papá le gustaba la agricultura y ren-taba unas tierras, hasta 30 hectáreas de sorgo y ajonjolí; había un ejido que se llamaba Montoso; mi padre se inscribió y apuntó a mi hermano mayor, pero nunca se pudo ganar nada; pero lo que nos hizo venir para acá fue que nosotros ya estábamos creciendo y mi papá pensaba sobre el problema de las drogas, pues empezó lo de la mariguana, y dijo: pues los voy a sacar a un lugar más sano, donde no haya todo este desmadre; pero sucede que en todos lados es lo mismo; él nos inscribió [para el ejido] y al poco tiempo nos dieron la tie-rra, y llegamos acá. Las drogas ya estaban aquí también...”.
Los años del narcotráfico, sobre todo a partir de los ochenta, tornaron la vida difícil. “Sólo podían andar libremente quienes vivían de eso, pues andaban armados y en buenos carros humillando a los demás; era el tiempo de la mariguana”. Con el tiempo, el negocio fue se-veramente golpeado, pero eso no trajo tranquilidad. Llegó la industria del secuestro, el robo a los comercios y a los camiones que transitaban por la carretera con mercancías. Todavía hoy, en las inmediaciones del poblado de Miguel Hidalgo, “puedes ver un puñado de cru-ces, por una gavilla de asaltantes que murieron cuando se enfrentaron a la policía y los sol-dados”.
Fue el golpe decisivo. Desde 1998 hay relativa paz.
Longinos Vázquez, al igual que el Tiburcio Lemus de La tierra pródiga (la novela de Agustín Yánez que narra la colonización de la región), era una especie de Atila tropical. “Donde pisaba no volvía a crecer una brizna de yerba”. Don Concho, quien asegura tener parentesco con el maderero, da una estampa vívida del cacique: “fue mi patrón; era bien cabrón, talaba todos los montes y era dueño del agua; cuando quería darle agua al pueblo de La Huerta, abría la llave, y cuando no, la cerraba. Era la ley aquí, pues era dueño de hacien-das y de miles de hectáreas de terreno”.
Con el corte de madera, “hasta a su papá se chingó, porque estaba bien estudiado y sabía lo que valía de la madera; pelaba los cerros y toda la madera la embarcaba en Manzanillo y la mandaba a Estados Unidos”, indica.
En los años cincuenta, hubo una intensa explotación de maderas tropicales. El negocio atra-jo a trabajadores rusos y estadunidenses con maquinaria moderna que ayudó a la labor de la destrucción. Los ejemplares finos: caoba, cedro, campisirán, barcino y primavera, fueron arrancados. A sus lados se dejó árboles degradados y tierra erosionada.
“Hoy todavía vive, está en Guadalajara, pero le quitaron sus negocios, le afectaron sus tie-rras con los ejidos; anduvo por un tiempo en Texas tratando de hacer dinero, pero ya está viejo e inútil”, añade el vaquero de San Mateo.
“La deforestación es un problema muy grave para nosotros, nos ocasiona el azolvamiento de los arroyos; la lluvia nos manda arrastres, cubre las partes bajas y las inunda; es un pro-blema que nace de la escasa conciencia ecológica que tenemos, hay falta de información, hay complicidad, hay omisiones de las autoridades competentes; ahí tiene el valle de Cihua-tlán, que cada año se inunda y provoca pérdidas económicas muy serias a los productores”, se queja el secretario del Ayuntamiento de Cihuatlán, Arturo García López.
La pérdida de suelos es tal, que las extracciones de arena autorizadas en el arroyo Seco no ponen en riesgo al recurso, pues “en vez de acabarse crece más la arena con los deslaves del cerro”. El funcionario espera que con la incorporación del programa de protección de mi-crocuencas, del gobierno federal, se pueda mitigar el deterioro.
“También hay un tráfico de fauna incontrolado, ya no ves al venado, y todo está desmonta-do, con pastizales; es una situación alarmante”. Refiere además a los daños de las lagunas costeras de Navidad y El Tule, donde la contaminación de drenajes públicos y desarrollos privados, y la ocupación ilegal de los esteros para fraccionarlos, tiene a estos ecosistemas al borde de la desaparición.
Luis de Rivera, español, promotor del desarrollo en la Costa de Jalisco, tiene mala imagen entre los campesinos. “Habrá desarrollado la costa, pero a nosotros nos acabó”, advierte Arnoldo Ochoa, del ejido San Mateo. Este núcleo agrario llegaba al mar. Luego se le obs-truyó la salida, pues salió nuevo dueño.
Don Luis estaba presuntamente ligado por parentesco político al zar boliviano del estaño, Atenor Patiño, suegro a su vez de sir James Goldsmith, multimillonario patrocinador de la reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala.
Don Concho también lo recuerda con frescura. En esos años sesenta, se hizo vaquero del español y tuvo el encargo de pagarle a Santos y Florentino, campesinos responsables del comisariado ejidal, el precio por desistir un juicio agrario para disputarle a Don Luis los codiciados terrenos junto al mar. “Yo les entregué las vacas a ellos; seis vaquillas escogidas y luego Santos quiso otra que nunca nos pagó; se la di, además de una escopeta y 65 pesos; eso fue lo que le costó a don Luis la playa que baja a Chamela”.
Arnoldo se irrita con la referencia. “Nos compró como los españoles en la conquista: tierras que valen oro a cambio de espejos”. Con un patrón similar, el acaudalado extranjero adqui-rió propiedades como Careyes, Pérula, La Rumorosa, Playa Azul, El Paraíso, lo más grana-do del litoral jalisciense. Y para quienes oponían resistencia, contaba con un ejército de abogados y de guardias blancas. O sea, por las buenas o por las malas.
“A mí me mandó a la chingada –agrega el viejo Concho, que sigue descargando su con-ciencia- porque no quise firmar un documento como testigo de que estaba en posesión de otro predio que deseaba mucho; allí metió en una noche como 40 trabajadores y sembró palmeras antes de la mañana para demostrar a los enviados del juzgado que lo tenía en pro-ducción y tenía todos los derechos”, refiere entre carcajadas. “Era bien sinvergüenza”.
En esta costa poco llueve
“Cuando llegamos, había que bajar en mulas a un arroyo por agua; cuando después el due-ño del predio donde estaba el manantial se las negó a todos, por sus pistolas, mi papá se hizo su amigo y el cristiano le permitió seguirla sacando. Pero los de San Mateo sufrieron por la escasez”. Las historias caciquiles parecen acabarse, mas no el sufrimiento. Hoy su-man cinco años de malos temporales. “A las vacas las tenemos encerradas porque ya no hay pastura”.
El turismo, la mayor presión para la selva
No ocupa las vastas extensiones de la ganadería, pero se establece sobre los sitios más frá-giles que la naturaleza ha creado en la región costera. El desarrollo turístico, con algunas excepciones, ha abonado poco a la conservación de la selva, pues su paso ha significado la destrucción de esteros, la fragmentación de corredores biológicos y el deterioro del paisaje.
Una segunda diferencia notable con las actividades primarias: su lobby es mucho más po-deroso. Los inversionistas del ramo tienen algunas de las grandes fortunas de México, fren-te a un tejido social deteriorado que separa a las comunidades campesinas y las deja lejos de las prioridades de sus liderazgos políticos formales, como las uniones de ejidos y la de-bilitada Liga de Comunidades Agrarias, de añeja filiación priista.
Es precisamente el ramo turístico el que ha sacado adelante, en la Administración federal y la estatal en curso, el nuevo proyecto de desarrollo regional, que pasa por la construcción de una amplia red de carreteras en busca de facilitar el acceso de consumidores pudientes, a quienes se venden las maravillas de Costalegre, como fue bautizado el plan de desarrollo hace quince años. También incluye la construcción de un puerto pesquero en Pérula, la am-pliación a cuatro carriles de la ruta costera y la resolución de los conflictos agrarios que siguen como principal obstáculo para la llegada de inversiones.
Nadie habla de aplicar el ordenamiento ecológico ni de crear la red de reservas y corredores biológicos que darían sustento futuro a la venta de aire, clima y paisaje que trae aparejado un complejo turístico. Por el contrario, el gobierno del estado, contra viento y marea, ha decidido construir la infraestructura ignorando las leyes ambientales, lo que se demuestra con la apertura de las tres rutas nuevas que llevan de la sierra al litoral: de Mascota a Puerto Vallarta, por el norte; de Talpa a Tomatlán, por el centro, y de Villa Purificación a Chame-la, por el sur, todo esto, con la tibia intervención de las instituciones federales encargadas de sancionar el deterioro, especialmente, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
“Hubo una reunión que se realizó en Careyes; no fuimos invitados a la hora en que comen-zó, sino mucho después, cuando ya se habían discutido muchos asuntos de interés para no-sotros; debemos estar alertas no sólo por la reserva en sí, sino por la situación que todo esto pueda traernos a la región”, explica el coordinador científico de Chamela-Cuixmala, Álvaro Miranda.
Por su parte, el investigador de la UdeG, Arturo Curiel Ballesteros, advierte que sólo en la medida en que se “internalicen” los costos ambientales en los proyectos, se alcanzará el desarrollo sin destrucción, el reto principal para los prestadores de servicios turístico en la delicada región. “Debemos llegar a que la naturaleza pueda expresarse en pesos y centavos, porque sólo así se le dejará de ver como un subsidio y algo que se puede destruir sin mayor problema”, pone en relieve.
Mientras sucede, los principales recursos con que se cuenta en la demarcación están ame-nazados. Los esteros que no están contaminados tienen la presión para albergar “hoteles de baja densidad” o marinas. Otros cuerpos de agua reciben toneladas de desechos y son frac-cionados. La selva es desmontada para abrir campos de golf. La basura está mal adminis-trada, sin tiraderos conforme a normas. El caos sigue rigiendo a los asentamientos huma-nos. El ganado pisotea el suelo e impide la recarga de los acuíferos. Y están los fertilizan-tes, el tráfico de especies, la tala clandestina...
PERFIL
Vivir entre bestias
Jorge Emilio Requena SilvaCuidador de tortugas
“¡Es un monstruonón!”, exclamó Jorge Requena aquella tarde de 2001, en los tibios meses invernales del subtrópico. Jugaba ajedrez con uno de sus vecinos, de cara al mar, a las horas en que el sol comienza a ser tragado por el océano y la masa de agua brilla como un gran telar de plata. Las blancas y las negras en la tensión del último movimiento del tablero; caballos, peones, reyes y con-sortes en la disputa; los jugadores, como antiguos marajás de India, con el placer de la brisa marina y la despreocupación en sus rostros tostados, huella de la vida en territorios solares.
En tanto, un ser prodigioso, primitivo, con casi una tonelada de peso, invadía lentamente la playa. “Era una tortuga laúd”, recuerda este morador de La Manzanilla, en la Costa de Ja-lisco.
“A esa tortuga yo la había visto antes; una aleta se le veía mordida, haga de cuenta un pan o una tortilla, por eso creo que es la misma [...] es la única que he visto en los veinte años que tengo aquí, porque todas están en peligro de extinción, pero ésta es más rara”, explica el barbado cincuentón mientras acaricia a uno de sus gatos, parte de su amplia familia sustitu-ta; felinos, perros y pericos desenfadados y bulliciosos en su rincón del palmar de la bahía azulada.
A Jorge le gusta compararse con Robinson Crusoe: casi sin quererlo, abandonó la vida de agente de ventas de una popular cervecera de Guadalajara. “Ya estaba harto; era andar de bule en bule; todos mis amigos eran tratantes de blancas [...] poco antes de salirme me man-daron a cobrarle 600 millones de pesos a un tipo de Michoacán que era dueño de quince burdeles, y me mandó al carajo...”.
Llegó a vacacionar, a desintoxicarse. Recuerda que frente a una hoguera donde cocía una sabrosa jaiba, decidió no regresar jamás. Así, rompió relaciones con su empleadora. Des-pués vinieron los problemas con la familia, el divorcio tras 17 años, el arraigarse en la re-gión tórrida y aprender sus reglas de calor y mosquitos, de estanques y fieras, de calmas y huracanes, de una creciente especulación que ha transformado a la apacible aldea de pesca-dores en un “poblado gringo”.
Jorge vive de arrendar parte de su palmar a los turistas y de cuidar fincas ajenas. Ha atesti-guado cómo La Manzanilla ha caído en estado crítico por los daños a su estero, poblado de cocodrilos de gran talla que se han transformado en “limosneros”. La boca del embalse tie-ne ocho años sin abrirse, las aguas están contaminadas por basura y emanaciones de la manglera, la mayoría de los peces desaparecieron y los crustáceos que entraban a reprodu-cirse con las crecidas marinas ya no llegan. Así, los magníficos reptiles sobreviven de lo que la gente les arroja. Están gordos y llenos de escoriaciones por la disputa de los desper-dicios. Y cuando las limosnas escasean y todo se pone más desesperante, los Crocodylus acutus salen al mar, en busca de peces, o emigran hacia otros refugios.
Jorge piensa que ello es un reflejo del cambio climático, pues los huracanes ya no llegan, con sus torrentes de destrucción y vida, y el humedal se ha dejado de conectar con el océa-no surtidor.
Otro signo de decadencia natural es el caso de las tortugas. Hace medio siglo, en noches de plenilunio, invadían por miles las playas. Hoy llegan a cuentagotas y es necesario defender-las de los humanos. Su ausencia se refleja en el predominio de malaguas y la marea roja, “que son alimento básico de las tortugas”, las cuales, sin depredadores, provocan alta mor-tandad en peces. Avizora las consecuencias: por esa plaga, en pocos años sólo habrá dos meses buenos para bañarse. Las codiciadas arenas se depreciarán y los inversionistas se irán.
Jorge es defensor de quelonios. Personalmente ha criado y soltado alrededor de 32,600 rep-tiles. Todavía avistó jaguares hace poco más de un lustro, y el vuelo resplandeciente de guacamayas verdes. La realidad de hoy es el saqueo: árboles, fauna terrestre, aves; el avan-ce incontenible de los desmontes; la invasión urbana de la que se supone huyó hace dos decenios. ¿Qué futuro le aguarda a este Robinson? El costeño responde con una sonrisa cargada de escepticismo.
La velocidad de destrucción de estos despreciados pero riquísimos ecosistemas es impre-sionante. En medio siglo se borró 53% de su cobertura y las tendencias apuntan a que en 2050 haya desaparecido 96%, según los científicos de Chamela-Cuixmala, único santuario protegido, que podría convertirse en isla de conservación
Costa Sur de Jalisco. A la selva seca, o baja, o caducifolia, la gente de esta región le dice simplemente “monte”. Lo que observan no puede competir con las imágenes que han reci-bido de las florestas paradisíacas siempre verdes, pobladas de árboles de 40 a 100 metros, llenas de color y de ruidos desenfrenados, de bestias extrañas, de fieras letales, de calores y humedad, de vapores matinales y arquitecturas naturales asombrosas.
Los humanos se asoman por la carretera y divisan una masa de arbustos y árboles de poca altura cubiertos por el gris uniforme. “Tienen la percepción de que aquello está muerto, que está totalmente seco y que no sirve para nada”, subraya Álvaro Miranda, coordinador cien-tífico de la Fundación Cuitzmala, institución que sostiene uno de los escasos reductos pro-tegidos de este reino natural en México: la reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala, en los parajes montañosos de la Costa Sur de Jalisco.
Sin embargo, en estos bosques aparentemente despojados de lo vital aguardan múltiples sorpresas. Basta recorrer una mañana los caminos interiores de la reserva. Una aguililla ha atacado a una Boa constrictor que se retuerce herida de muerte a la vera de la brecha, mien-tras la depredadora se protege de los extraños entre las copas de los árboles y lanza llama-das furiosas como en reclamo de su presa. Cerca de un estanque, cinco venados cola blanca toman agua inquietos y se dispersan con rapidez ante el primer ruido. Bosque abajo, ya cer-ca de los humedales, los grupos de coatíes trepan las grandes palmeras como precaución.
Manchones aquí y allá de grandes árboles verdes llenos de nidos de aves. Una red de cana-les contiguos al río Cuitzmala son hogar del mangle, los cocodrilos y cientos de aves de los esteros. Jaguares, pumas y ocelotes sigilosos transitan casi invisibles entre las rutas de la selva. Si no fuera por esas cámaras fijas diseminadas entre los árboles y esos collares que se les han instalado para seguirlos en sus vastos territorios. Cuál monte muerto.
La selva seca es un tablero de ajedrez donde cambia el paisaje según el agua, el viento y las sombras. La vida bulle a cada metro de estas florestas, en su mayor parte dominadas por la estacionalidad: densamente verdes los cuatro meses de lluvias, desconsoladoramente secas en el resto del año.
La sequía obliga a los organismos a tornarse más precavidos y a ahorrar energías para so-brevivir. Las zonas de humedad perenne son el sitio de concentración de la fauna para pro-veerse de agua y para procurarse la caza a lo largo del día. El resto de los ecosistemas, ese monte gris y despreciado, son corredores de las especies y prosperan solitarios. Si no fuera porque se sabe, y está muy bien estudiado, que en cada palo y en cada arbusto aparente-mente inerte hay un organismo que baja su actividad en espera de mejores tiempos, mien-tras el mundo de los insectos se desenvuelve febril debajo de la cubierta del bosque o entre las frágiles cortezas pelonas.
La persistencia de los prejuicios ha sido desastrosa para la salud de las selvas secas, donde, por si fuera poco, se alberga la mayor cantidad de especies exclusivas (endémicas) de todas cuantas existen en los subtrópicos del mundo. Su destrucción ha sido incontenible.
Bajo la justificación de que el “monte” no sirve para nada, y con el respaldo de diversos programas gubernamentales, se han arrasado millones de hectáreas a lo largo y ancho del país para dar paso a la agricultura, a la ganadería y a los desarrollos turísticos.
Hoy, la selva del litoral jalisciense, que es una de las mejor preservadas de México, está en una dinámica de desaparición que no ha podido ser contenida. Desde 1950, en que La mar-cha al mar abrió a la colonización intensiva esta región enclavada entre Manzanillo y Puer-to Vallarta, la extinción ha borrado unos dos mil kilómetros cuadrados de la antigua demar-cación tropical, superficie equivalente a la mitad del estado de Tlaxcala. Sobrevive una su-perficie un poco menor, pero la tasa de deforestación registrada en el año 2000 fue de 3.2 por ciento, el triple del promedio nacional.
La historia
Álvaro Miranda advierte que la revisión de fotos de satélite echa por tierra el mito de que la costa de Jalisco ha permanecido virgen. Hay al menos más de medio siglo de que la huella humana se hizo irreversible, cada vez de forma más acelerada (ver gráfico contiguo).
“Tenemos allí cuatro secuencias en el tiempo a partir de 1970, que es cuando se obtienen las primeras imágenes de satélite; allí se puede apreciar claramente la evolución del fenó-meno”. Un parteaguas importante es 1980, cuando ya estaba abierta la carretera costera (a partir de 1973) y la zona de riego de la presa Cajón de Peña, donde se desmontaron alrede-dor de 30 mil hectáreas para su aprovechamiento agrícola, que desde entonces ha sido par-cial e inconstante. “Allí se ve el impacto fuerte, procesos que no habían ocurrido nunca, que son ya la perturbación del interior de la selva, de manera que en la foto de 1992 se empieza ver de forma clara la fragmentación, un problema que es clave para nosotros, porque genera dificultades fuertes a la conservación, pues si estas zonas se desconectan las especies se aíslan y puede haber degradación genética y pérdida de biodiversidad”.
Pero estos procesos se dan a velocidades distintas. “Entre los años cincuenta y 1973 hay tasas bajas, pero en el siguiente periodo, hasta 1980, la carretera y la presa aceleran el dete-rioro; entre 1980 y 1986 hay una desaceleración que yo asocio a la crisis económica, y a partir de 1986 hasta 1992 se registra un aumento de la actividad económica; es cuando se dan una serie de apoyos políticos a problemas nocivos para estos bosques, como la ganade-ría extensiva [...] la tendencia desde 1992 es precisamente al crecimiento de la superficie ganadera; la superficie conservada decrece y la capacidad técnica para transformar el paisa-je se incrementa, porque tenemos más maquinaria, más población y una serie de incentivos gubernamentales para hacerlo”, subraya el investigador.
Así, mientras entre 1950 y 1973 se perdieron 30,230 hectáreas, en los siete años siguientes se acumularon otras 34 mil hectáreas. Desde 1980, la pérdida sumó casi 140 mil hectáreas, una superficie similar a la de la zona protegida de Manantlán, la mayor reserva del occiden-te de México.
Dentro de ese amplio espectro de deterioro, surge la única iniciativa formal para hacerle frente. Un decreto de diciembre de 1993 forma la reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala, sobre poco más de trece mil hectáreas de tenencia privada y pública, bajo la tutela de la Fundación Cuitzmala, surgida al amparo de la fortuna del multimillonario francobritánico Sir James Goldsmith, y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que tiene la estación de biología de Chamela desde hace más de treinta años.
Un esfuerzo insuficiente
El científico reconoce que el tamaño de la reserva apenas le permite funcionar como criade-ro de especies que luego salen para ser cazados. Una zona ecológica como isla no remedia la fragmentación tremenda de los ecosistemas. La esperanza la tiene puesta en la aplicación del Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de esta demarcación, que fue el pri-mero del país y data de 1997.
Su aplicación ha sido dificultosa, porque prevé el establecimiento de diversas áreas prote-gidas en toda la Costa, y la restauración de corredores de fauna, y esto ha topado con los poderosos intereses ganaderos, y sobre todo, turísticos, regionales. “Muchos de ellos piden abiertamente la necesidad de modificar el ordenamiento para ajustarlo a sus necesidades”. El coordinador científico plantea tres escenarios en su estudio. El optimista fue rebasado.
En 1992 se tenía una tasa de deforestación de 2.22 por ciento. En 2000 llegó a 3.22 por ciento. Actualmente quedan poco más de 1,800 km2 de selva seca, 47 por ciento del origi-nal. Esta cobertura podría bajar a 38 por ciento en 2010, pero si las tasas suben, el descenso llegaría a 32 por ciento. En 2050, el mundo prodigioso de los reptiles, los venados y las fieras habría prácticamente desaparecido. Entonces sí será el monte muerto e inútil que ven los profanos, pero sin esperanza de resurrección.
RECUADRO
¿Por qué salvar las selvas secas?
En México, al arribo de los conquistadores españoles, había unas seis millones de hectáreas de selva seca. Para Álvaro Miranda, fue el primer ecosistema presionado. Por citar un caso, todo El Bajío fue desmontado. Ya en pleno siglo XX, zonas completas de Guerrero y en general la depresión del Balsas fueron completamente arrasadas. Hoy son prácticamente desiertos.
Las selvas secas, que también se les conoce como caducifolias (o sea, las hojas de 75 por ciento de los árboles se caen) o bajas (pues la altuira del dosel en general no rebasa los diez metros), son uno de los reservorios de mayor riqueza en especies que tiene el planeta. No tiene la cantidad que se registra en las selvas húmedas, pero en cambio, se trata de especies únicas y restringidas. Esto significa que cuando una especie es borrada de una selva seca, podría estar desapareciendo de la faz de la tierra, lo que normalmente no sucede en una selva alta.
Una selva seca guarda especies sometidas a condiciones más extremas; su especialización es prodigiosa, su resistencia genética no tiene parangón.
Desarrollo entre violencia
Una historia de devastación ecológica fincada en pocos nombres remite al pasado inme-diato de la Costa del estado. Rodolfo Paz, Longinos Vázquez y Luis de Rivera son algunos de los actores más prominentes
Costa Sur de Jalisco. “A estas tierras el único que entraba era Rodolfo Paz”, advierte don Concho Rodríguez Palomera. Este anciano de 87 años arribó apenas a los siete con su padre a trabajar en la hacienda de Chamela, en medio de selvas densas, donde los venados se re-producían prodigiosamente y los jaguares (“tigres”) eran numerosos y apacibles con los humanos.
Es uno de los últimos testigos de la violenta, frecuentemente tramposa, colonización de estos vastos territorios que habían permanecido parcialmente intocados desde el derrumbe del mundo indígena, en los finales del siglo XVI.
Don Concho conoció a algunos de los personajes más célebres, clave para entender el pro-ceso de desorden legal que se desató en la región, semilla de la actual devastación ecológica y de los larguísimos conflictos agrarios, que prevalecen.
“La gente de acá estaba bien jodida, y ese señor mandaba; yo trabajé con él, nos la pasamos tumbando monte por todos lados, pues era dueño de casi todo, porque recibió una herencia de su señora, que se llamaba María de los Ángeles [de donde se tomó el nombre de Ángeles Locos, el predio que hoy ocupa el hotel Fiesta Americana]. La propiedad de El Tecuán también era de él, pero se la quitó el general Marcelino García Barragán porque descubrió que Rodolfo mató mucha gente...”.
Relata: el acceso a la zona sólo era posible por el mar, y el patrón acarreaba peones para trabajar en sus amplios dominios. “Metía gente por Tenacatita en lanchas de palo con alambres, viniendo desde Manzanillo; habíamos también los que veníamos de La Huerta, pero a nosotros nunca nos dañó [...] pagaba con fichas, y luego, cuando los peones querían regresarse a sus lugares de origen, se las cambiaba por dinero. Pero no los ayudaba a salir, la gente se iba como podía, y siempre ponía unos pistoleros a esperarlos en una cueva por la que debían cruzar; entonces los mataban, les quitaban el dinero y enterraban sus cuerpos en el fondo de un pozo”.
García Barragán, el general justiciero, luego gobernador de Jalisco (1943-1947) y secretario de la Defensa Nacional (1964-1979), lo sorprendió en el juego siniestro. Lo amenazó, le advirtió lo que pasaría si persistían esas barbaries, y como condición para el perdón le exi-gió que le escriturara el predio de El Tecuán. Justicia entre señores.
“Nosotros llegamos hace 35 años a esta región”, explica Arnoldo Ochoa Valencia, ejidata-rio y delegado municipal en San Mateo, municipio de La Huerta. Provenientes de Aguaje, en Aguililla, en la Tierra caliente de Michoacán, recuerda que el periplo con todo y gallinas lo realizaron en dos días. La carretera costera ya estaba en construcción, y era un mundo caluroso lleno de monte al que hubo que acostumbrarse.
“Allá en nuestra tierra no teníamos parcela, pero a mi papá le gustaba la agricultura y ren-taba unas tierras, hasta 30 hectáreas de sorgo y ajonjolí; había un ejido que se llamaba Montoso; mi padre se inscribió y apuntó a mi hermano mayor, pero nunca se pudo ganar nada; pero lo que nos hizo venir para acá fue que nosotros ya estábamos creciendo y mi papá pensaba sobre el problema de las drogas, pues empezó lo de la mariguana, y dijo: pues los voy a sacar a un lugar más sano, donde no haya todo este desmadre; pero sucede que en todos lados es lo mismo; él nos inscribió [para el ejido] y al poco tiempo nos dieron la tie-rra, y llegamos acá. Las drogas ya estaban aquí también...”.
Los años del narcotráfico, sobre todo a partir de los ochenta, tornaron la vida difícil. “Sólo podían andar libremente quienes vivían de eso, pues andaban armados y en buenos carros humillando a los demás; era el tiempo de la mariguana”. Con el tiempo, el negocio fue se-veramente golpeado, pero eso no trajo tranquilidad. Llegó la industria del secuestro, el robo a los comercios y a los camiones que transitaban por la carretera con mercancías. Todavía hoy, en las inmediaciones del poblado de Miguel Hidalgo, “puedes ver un puñado de cru-ces, por una gavilla de asaltantes que murieron cuando se enfrentaron a la policía y los sol-dados”.
Fue el golpe decisivo. Desde 1998 hay relativa paz.
Longinos Vázquez, al igual que el Tiburcio Lemus de La tierra pródiga (la novela de Agustín Yánez que narra la colonización de la región), era una especie de Atila tropical. “Donde pisaba no volvía a crecer una brizna de yerba”. Don Concho, quien asegura tener parentesco con el maderero, da una estampa vívida del cacique: “fue mi patrón; era bien cabrón, talaba todos los montes y era dueño del agua; cuando quería darle agua al pueblo de La Huerta, abría la llave, y cuando no, la cerraba. Era la ley aquí, pues era dueño de hacien-das y de miles de hectáreas de terreno”.
Con el corte de madera, “hasta a su papá se chingó, porque estaba bien estudiado y sabía lo que valía de la madera; pelaba los cerros y toda la madera la embarcaba en Manzanillo y la mandaba a Estados Unidos”, indica.
En los años cincuenta, hubo una intensa explotación de maderas tropicales. El negocio atra-jo a trabajadores rusos y estadunidenses con maquinaria moderna que ayudó a la labor de la destrucción. Los ejemplares finos: caoba, cedro, campisirán, barcino y primavera, fueron arrancados. A sus lados se dejó árboles degradados y tierra erosionada.
“Hoy todavía vive, está en Guadalajara, pero le quitaron sus negocios, le afectaron sus tie-rras con los ejidos; anduvo por un tiempo en Texas tratando de hacer dinero, pero ya está viejo e inútil”, añade el vaquero de San Mateo.
“La deforestación es un problema muy grave para nosotros, nos ocasiona el azolvamiento de los arroyos; la lluvia nos manda arrastres, cubre las partes bajas y las inunda; es un pro-blema que nace de la escasa conciencia ecológica que tenemos, hay falta de información, hay complicidad, hay omisiones de las autoridades competentes; ahí tiene el valle de Cihua-tlán, que cada año se inunda y provoca pérdidas económicas muy serias a los productores”, se queja el secretario del Ayuntamiento de Cihuatlán, Arturo García López.
La pérdida de suelos es tal, que las extracciones de arena autorizadas en el arroyo Seco no ponen en riesgo al recurso, pues “en vez de acabarse crece más la arena con los deslaves del cerro”. El funcionario espera que con la incorporación del programa de protección de mi-crocuencas, del gobierno federal, se pueda mitigar el deterioro.
“También hay un tráfico de fauna incontrolado, ya no ves al venado, y todo está desmonta-do, con pastizales; es una situación alarmante”. Refiere además a los daños de las lagunas costeras de Navidad y El Tule, donde la contaminación de drenajes públicos y desarrollos privados, y la ocupación ilegal de los esteros para fraccionarlos, tiene a estos ecosistemas al borde de la desaparición.
Luis de Rivera, español, promotor del desarrollo en la Costa de Jalisco, tiene mala imagen entre los campesinos. “Habrá desarrollado la costa, pero a nosotros nos acabó”, advierte Arnoldo Ochoa, del ejido San Mateo. Este núcleo agrario llegaba al mar. Luego se le obs-truyó la salida, pues salió nuevo dueño.
Don Luis estaba presuntamente ligado por parentesco político al zar boliviano del estaño, Atenor Patiño, suegro a su vez de sir James Goldsmith, multimillonario patrocinador de la reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala.
Don Concho también lo recuerda con frescura. En esos años sesenta, se hizo vaquero del español y tuvo el encargo de pagarle a Santos y Florentino, campesinos responsables del comisariado ejidal, el precio por desistir un juicio agrario para disputarle a Don Luis los codiciados terrenos junto al mar. “Yo les entregué las vacas a ellos; seis vaquillas escogidas y luego Santos quiso otra que nunca nos pagó; se la di, además de una escopeta y 65 pesos; eso fue lo que le costó a don Luis la playa que baja a Chamela”.
Arnoldo se irrita con la referencia. “Nos compró como los españoles en la conquista: tierras que valen oro a cambio de espejos”. Con un patrón similar, el acaudalado extranjero adqui-rió propiedades como Careyes, Pérula, La Rumorosa, Playa Azul, El Paraíso, lo más grana-do del litoral jalisciense. Y para quienes oponían resistencia, contaba con un ejército de abogados y de guardias blancas. O sea, por las buenas o por las malas.
“A mí me mandó a la chingada –agrega el viejo Concho, que sigue descargando su con-ciencia- porque no quise firmar un documento como testigo de que estaba en posesión de otro predio que deseaba mucho; allí metió en una noche como 40 trabajadores y sembró palmeras antes de la mañana para demostrar a los enviados del juzgado que lo tenía en pro-ducción y tenía todos los derechos”, refiere entre carcajadas. “Era bien sinvergüenza”.
En esta costa poco llueve
“Cuando llegamos, había que bajar en mulas a un arroyo por agua; cuando después el due-ño del predio donde estaba el manantial se las negó a todos, por sus pistolas, mi papá se hizo su amigo y el cristiano le permitió seguirla sacando. Pero los de San Mateo sufrieron por la escasez”. Las historias caciquiles parecen acabarse, mas no el sufrimiento. Hoy su-man cinco años de malos temporales. “A las vacas las tenemos encerradas porque ya no hay pastura”.
El turismo, la mayor presión para la selva
No ocupa las vastas extensiones de la ganadería, pero se establece sobre los sitios más frá-giles que la naturaleza ha creado en la región costera. El desarrollo turístico, con algunas excepciones, ha abonado poco a la conservación de la selva, pues su paso ha significado la destrucción de esteros, la fragmentación de corredores biológicos y el deterioro del paisaje.
Una segunda diferencia notable con las actividades primarias: su lobby es mucho más po-deroso. Los inversionistas del ramo tienen algunas de las grandes fortunas de México, fren-te a un tejido social deteriorado que separa a las comunidades campesinas y las deja lejos de las prioridades de sus liderazgos políticos formales, como las uniones de ejidos y la de-bilitada Liga de Comunidades Agrarias, de añeja filiación priista.
Es precisamente el ramo turístico el que ha sacado adelante, en la Administración federal y la estatal en curso, el nuevo proyecto de desarrollo regional, que pasa por la construcción de una amplia red de carreteras en busca de facilitar el acceso de consumidores pudientes, a quienes se venden las maravillas de Costalegre, como fue bautizado el plan de desarrollo hace quince años. También incluye la construcción de un puerto pesquero en Pérula, la am-pliación a cuatro carriles de la ruta costera y la resolución de los conflictos agrarios que siguen como principal obstáculo para la llegada de inversiones.
Nadie habla de aplicar el ordenamiento ecológico ni de crear la red de reservas y corredores biológicos que darían sustento futuro a la venta de aire, clima y paisaje que trae aparejado un complejo turístico. Por el contrario, el gobierno del estado, contra viento y marea, ha decidido construir la infraestructura ignorando las leyes ambientales, lo que se demuestra con la apertura de las tres rutas nuevas que llevan de la sierra al litoral: de Mascota a Puerto Vallarta, por el norte; de Talpa a Tomatlán, por el centro, y de Villa Purificación a Chame-la, por el sur, todo esto, con la tibia intervención de las instituciones federales encargadas de sancionar el deterioro, especialmente, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
“Hubo una reunión que se realizó en Careyes; no fuimos invitados a la hora en que comen-zó, sino mucho después, cuando ya se habían discutido muchos asuntos de interés para no-sotros; debemos estar alertas no sólo por la reserva en sí, sino por la situación que todo esto pueda traernos a la región”, explica el coordinador científico de Chamela-Cuixmala, Álvaro Miranda.
Por su parte, el investigador de la UdeG, Arturo Curiel Ballesteros, advierte que sólo en la medida en que se “internalicen” los costos ambientales en los proyectos, se alcanzará el desarrollo sin destrucción, el reto principal para los prestadores de servicios turístico en la delicada región. “Debemos llegar a que la naturaleza pueda expresarse en pesos y centavos, porque sólo así se le dejará de ver como un subsidio y algo que se puede destruir sin mayor problema”, pone en relieve.
Mientras sucede, los principales recursos con que se cuenta en la demarcación están ame-nazados. Los esteros que no están contaminados tienen la presión para albergar “hoteles de baja densidad” o marinas. Otros cuerpos de agua reciben toneladas de desechos y son frac-cionados. La selva es desmontada para abrir campos de golf. La basura está mal adminis-trada, sin tiraderos conforme a normas. El caos sigue rigiendo a los asentamientos huma-nos. El ganado pisotea el suelo e impide la recarga de los acuíferos. Y están los fertilizan-tes, el tráfico de especies, la tala clandestina...
PERFIL
Vivir entre bestias
Jorge Emilio Requena SilvaCuidador de tortugas
“¡Es un monstruonón!”, exclamó Jorge Requena aquella tarde de 2001, en los tibios meses invernales del subtrópico. Jugaba ajedrez con uno de sus vecinos, de cara al mar, a las horas en que el sol comienza a ser tragado por el océano y la masa de agua brilla como un gran telar de plata. Las blancas y las negras en la tensión del último movimiento del tablero; caballos, peones, reyes y con-sortes en la disputa; los jugadores, como antiguos marajás de India, con el placer de la brisa marina y la despreocupación en sus rostros tostados, huella de la vida en territorios solares.
En tanto, un ser prodigioso, primitivo, con casi una tonelada de peso, invadía lentamente la playa. “Era una tortuga laúd”, recuerda este morador de La Manzanilla, en la Costa de Ja-lisco.
“A esa tortuga yo la había visto antes; una aleta se le veía mordida, haga de cuenta un pan o una tortilla, por eso creo que es la misma [...] es la única que he visto en los veinte años que tengo aquí, porque todas están en peligro de extinción, pero ésta es más rara”, explica el barbado cincuentón mientras acaricia a uno de sus gatos, parte de su amplia familia sustitu-ta; felinos, perros y pericos desenfadados y bulliciosos en su rincón del palmar de la bahía azulada.
A Jorge le gusta compararse con Robinson Crusoe: casi sin quererlo, abandonó la vida de agente de ventas de una popular cervecera de Guadalajara. “Ya estaba harto; era andar de bule en bule; todos mis amigos eran tratantes de blancas [...] poco antes de salirme me man-daron a cobrarle 600 millones de pesos a un tipo de Michoacán que era dueño de quince burdeles, y me mandó al carajo...”.
Llegó a vacacionar, a desintoxicarse. Recuerda que frente a una hoguera donde cocía una sabrosa jaiba, decidió no regresar jamás. Así, rompió relaciones con su empleadora. Des-pués vinieron los problemas con la familia, el divorcio tras 17 años, el arraigarse en la re-gión tórrida y aprender sus reglas de calor y mosquitos, de estanques y fieras, de calmas y huracanes, de una creciente especulación que ha transformado a la apacible aldea de pesca-dores en un “poblado gringo”.
Jorge vive de arrendar parte de su palmar a los turistas y de cuidar fincas ajenas. Ha atesti-guado cómo La Manzanilla ha caído en estado crítico por los daños a su estero, poblado de cocodrilos de gran talla que se han transformado en “limosneros”. La boca del embalse tie-ne ocho años sin abrirse, las aguas están contaminadas por basura y emanaciones de la manglera, la mayoría de los peces desaparecieron y los crustáceos que entraban a reprodu-cirse con las crecidas marinas ya no llegan. Así, los magníficos reptiles sobreviven de lo que la gente les arroja. Están gordos y llenos de escoriaciones por la disputa de los desper-dicios. Y cuando las limosnas escasean y todo se pone más desesperante, los Crocodylus acutus salen al mar, en busca de peces, o emigran hacia otros refugios.
Jorge piensa que ello es un reflejo del cambio climático, pues los huracanes ya no llegan, con sus torrentes de destrucción y vida, y el humedal se ha dejado de conectar con el océa-no surtidor.
Otro signo de decadencia natural es el caso de las tortugas. Hace medio siglo, en noches de plenilunio, invadían por miles las playas. Hoy llegan a cuentagotas y es necesario defender-las de los humanos. Su ausencia se refleja en el predominio de malaguas y la marea roja, “que son alimento básico de las tortugas”, las cuales, sin depredadores, provocan alta mor-tandad en peces. Avizora las consecuencias: por esa plaga, en pocos años sólo habrá dos meses buenos para bañarse. Las codiciadas arenas se depreciarán y los inversionistas se irán.
Jorge es defensor de quelonios. Personalmente ha criado y soltado alrededor de 32,600 rep-tiles. Todavía avistó jaguares hace poco más de un lustro, y el vuelo resplandeciente de guacamayas verdes. La realidad de hoy es el saqueo: árboles, fauna terrestre, aves; el avan-ce incontenible de los desmontes; la invasión urbana de la que se supone huyó hace dos decenios. ¿Qué futuro le aguarda a este Robinson? El costeño responde con una sonrisa cargada de escepticismo.
Monday, May 21, 2007
Denuncian ONGs daños en Chamela

Solicitan a la Profepa iniciar procesos contra responsables de autorizar desarrollos 'ilegales'
Sergio Hernández
Guadalajara, México (19 mayo 2007).- El Instituto de Derecho Ambiental, Ciudadanos por el Medio Ambiente, y el Colectivo Ecologista de Jalisco, entre otros organismos, solicitaron a la delegación Jalisco de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente que inicie un proceso administrativo contra quien resulte responsable por las autorizaciones "ilegales" otorgadas a desarrollos turísticos en Chamela, que afectarán flora y fauna."Las autorizaciones en materia de impacto ambiental emitidas de manera irregular, nos llevan a plantear a esta Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, de manera paralela a la inspección, para verificar el cumplimiento de las leyes ambientales en la Costa de Jalisco ubicada en el Municipio de la Huerta, Jalisco", señalan en un escrito."(Se) abra el procedimiento administrativo de investigación de la emisión de las autorizaciones por parte de las autoridades para verificar si en la especie existe delito ambiental contra la Gestión Ambiental cometido por el Director de la Dirección General de Riesgo e Impacto Ambiental de la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental de la Semarnat".Esta es una denuncia más en contra de Ricardo Juárez Palacios, titular de la Dirección de Impacto y Riesgo Ambiental, quien autorizó en noviembre del 2006 la creación de Marina Careyes, justo a un lado de la Playa Teopa, de desove de tortuga marina; y la autorización del proyecto Tambora, en el que de talarían medio millón de árboles para luego edificar ahí un hotel y residencias de lujo."Por medio del presente escrito y con fundamento en los artículos 189 y 190 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, y demás relativos y aplicables del ordenamiento legal invocado, ocurrimos a interponer una denuncia popular en contra de quienes resulten responsables, por la autorización de actividades y/o proyectos de desarrollo turísticos o fincas particulares, en contravención y violación sistemática del cumplimiento de las leyes ambientales, del Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial del Estado de Jalisco y el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de Costa Alegre", indica la denuncia."La omisión ha traído como consecuencia la pérdida de biodiversidad y daños irreparables en la denominada Costa Alegre, específicamente en las zonas de la Manzanilla, Careyes y la reserva de la biosfera en la Chamela".Las ONGs recuerdan a Profepa en su escrito que pocos sitios en el mundo alcanzan un elevado grado de protección por su importancia ecológica como lo es la Reserva de la Biosfera Chamela Cuixmala, región en la que también se ubican dos santuarios y el complejo de lagunas estuarinas, que forma la desembocadura del Río Cuitzmala, en la zona núcleo de la Reserva, que ha sido reconocido como un humedal de importancia internacional conforme a la Convención de Humedales adoptada en Ramsar, en 1971.También la zona está incorporada en el Programa del Hombre y la Biosfera de la UNESCO.Pliego petitorioLas ONGs solicitan a la Profepa:- Aceptar la denuncia popular.- Tomar en cuenta las pruebas planteadas en la denuncia.- Realizar las investigaciones necesarias para corroborar los hechos denunciados.- Ordenar una visita de inspección en la zona costera del Municipio de La Huerta.- Solicitar un informe a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas respecto a los desarrollos turísticos autorizados.
Guadalajara, México (19 mayo 2007).- El Instituto de Derecho Ambiental, Ciudadanos por el Medio Ambiente, y el Colectivo Ecologista de Jalisco, entre otros organismos, solicitaron a la delegación Jalisco de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente que inicie un proceso administrativo contra quien resulte responsable por las autorizaciones "ilegales" otorgadas a desarrollos turísticos en Chamela, que afectarán flora y fauna."Las autorizaciones en materia de impacto ambiental emitidas de manera irregular, nos llevan a plantear a esta Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, de manera paralela a la inspección, para verificar el cumplimiento de las leyes ambientales en la Costa de Jalisco ubicada en el Municipio de la Huerta, Jalisco", señalan en un escrito."(Se) abra el procedimiento administrativo de investigación de la emisión de las autorizaciones por parte de las autoridades para verificar si en la especie existe delito ambiental contra la Gestión Ambiental cometido por el Director de la Dirección General de Riesgo e Impacto Ambiental de la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental de la Semarnat".Esta es una denuncia más en contra de Ricardo Juárez Palacios, titular de la Dirección de Impacto y Riesgo Ambiental, quien autorizó en noviembre del 2006 la creación de Marina Careyes, justo a un lado de la Playa Teopa, de desove de tortuga marina; y la autorización del proyecto Tambora, en el que de talarían medio millón de árboles para luego edificar ahí un hotel y residencias de lujo."Por medio del presente escrito y con fundamento en los artículos 189 y 190 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, y demás relativos y aplicables del ordenamiento legal invocado, ocurrimos a interponer una denuncia popular en contra de quienes resulten responsables, por la autorización de actividades y/o proyectos de desarrollo turísticos o fincas particulares, en contravención y violación sistemática del cumplimiento de las leyes ambientales, del Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial del Estado de Jalisco y el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de Costa Alegre", indica la denuncia."La omisión ha traído como consecuencia la pérdida de biodiversidad y daños irreparables en la denominada Costa Alegre, específicamente en las zonas de la Manzanilla, Careyes y la reserva de la biosfera en la Chamela".Las ONGs recuerdan a Profepa en su escrito que pocos sitios en el mundo alcanzan un elevado grado de protección por su importancia ecológica como lo es la Reserva de la Biosfera Chamela Cuixmala, región en la que también se ubican dos santuarios y el complejo de lagunas estuarinas, que forma la desembocadura del Río Cuitzmala, en la zona núcleo de la Reserva, que ha sido reconocido como un humedal de importancia internacional conforme a la Convención de Humedales adoptada en Ramsar, en 1971.También la zona está incorporada en el Programa del Hombre y la Biosfera de la UNESCO.Pliego petitorioLas ONGs solicitan a la Profepa:- Aceptar la denuncia popular.- Tomar en cuenta las pruebas planteadas en la denuncia.- Realizar las investigaciones necesarias para corroborar los hechos denunciados.- Ordenar una visita de inspección en la zona costera del Municipio de La Huerta.- Solicitar un informe a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas respecto a los desarrollos turísticos autorizados.
Este Año Queda Lista la Reserva del Río Ameca
MILENIO
Este año queda lista la reserva del río Ameca 300 mil ha. de Jalisco y Nayarit, área de protección de recursos naturales federal, tendrán su programa de protección y manejo.El área de protección de recursos naturales de la cuenca del río Ameca, que incluye territorio de nueve municipios de Jalisco y seis de Nayarit, y que fue rescatada de un viejo decreto emitido por el presidente Miguel Alemán, en 1949, contará este año con programa de protección y manejo y con recursos para trabajar con las comunidades, aseguró el director de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Ernesto Enkerlin Hoeflich.Entrevistado por vía telefónica a Canadá, donde realizó una gira de trabajo esta semana, el funcionario dijo a este diario que encontró en el nuevo gobierno de Jalisco, y en particular, en la secretaria de Medio Ambiente local, Martha Ruth del Toro Gaytán, un “compromiso entusiasta” para implementar la reserva protegida, que si bien abarca más de 1.5 millones de hectáreas de cuatro estados, sólo será trabajada en 2007 en el polígono del río Ameca, en busca de que su éxito sirva para detonar el compromiso de protección por parte de las comunidades en las otras áreas amparadas.En el caso de Jalisco, el polígono abarca parte de los municipios de Puerto Vallarta, San Sebastián del Oeste, Mascota, Guachinango, Mixtlán, Atenguillo, Ameca, San Marcos y Etzatlán; en Nayarit, el territorio protegido incluye parte de las demarcaciones municipales de Bahía de Banderas, Compostela, San Pedro Lagunillas, Ahuacatlán, Amatlán de Cañas e Ixtlán del Río, aunque todavía se carece de planos definitivos.La superficie es superior a 300 mil hectáreas, de las cuales, unas 200 mil se ubican en Jalisco.Esto viene a duplicar prácticamente la superficie de áreas naturales protegidas de esta entidad, que apenas suman 205 mil hectáreas. No obstante, cuando se implemente la protección en toda la reserva del decreto de 1949 (recategorizado en 2002), Jalisco sumará al menos cien mil ha más, en la zona de los ríos Bolaños, Santiago y Juchipila (Público, 14 y 15 de mayo de 2007).“Traemos una total coordinación con el estado; el planteamiento viene de finales del año pasado, pero esperábamos a que asumiera el nuevo gobierno para hacer las consultas y acuerdos; va a haber recursos y trabajos conjuntos; queremos trabajar aquí para ver si tiene éxito, y si la gente se apropia de la iniciativa. Debemos llevar alternativas a la conservación y mejorar la vida de las comunidades, y de esta manera generar un movimiento positivo que no excluya a nadie”, puso en relieve.El dinero con el que se cuenta en 2007, cuyo monto no precisó, servirá no sólo para apoyar proyectos productivos, sino para contratar un equipo de trabajo que tendrá como tarea esencial la elaboración del programa de conservación y manejo.“Una de las ventajas de decretar un área de protección de recursos naturales es que permite los usos productivos tradicionales, los regula y ordena, entonces no veo cómo la gente no se quiera sumar a este trabajo, y eso nos da confianza en su éxito”, añadió.Enkerlin Hoeflich indicó que Jalisco verá en estos años cristalizada la necesidad de incluir más territorio y ecosistemas dentro de esquemas de áreas naturales protegidas. “A más tardar en 2008 empezaremos el trabajo de conservación para el volcán Tequila; es muy importante cuidar el dar incentivos a la gente y el generar las compensaciones que deben tener las reservas protegidas”.También se trabajarán “propuestas muy interesantes que tenemos de la zona de Puerto Vallarta, que son complementarias de este trabajo de protección sobre el río Ameca y, por supuesto, atenderemos la necesidad de protección que se está demandando en la región de la Costa”.Explicó que si bien, la compra de cien hectáreas por parte del gobierno de Jalisco en la cañada de El Cuervo, de Talpa de Allende (donde se ubica uno de los bosques de arce o maple más grandes de México) es “un buen comienzo”, será necesario establecer un área protegida mayor para garantizar la supervivencia de ese bosque milenario.“Tenemos que trabajar proyectos para imponer mecanismos de compensación ambiental que nos haga llegar a una protección efectiva de esos ambientes de forma más amplia y consistente”, indicó.Los pendientesEntre los pendientes de la conservación en Jalisco, se incluye la expansión de la selva seca protegida de Chamela-Cuixmala, la cual está sometida actualmente a una fuerte presión desarrollista; las áreas naturales protegidas de Talpa, la presa Cajón de Peña y el río San Nicolás (Tomatlán), y las selvas medianas de El Tuito y Puerto Vallarta.Martha Ruth del Toro Gaytán, titular de la Semades, indicó además, en una entrevista concedida el 11 de mayo, que buscaría que se replantearan las obras de carretera que han dañado extensos ecosistemas de la Costa de Jalisco y de la Región Norte del estado: se trata de las rutas Villa Purificación-Chamela, Talpa-Llano Grande, Mascota-Puerto Vallarta y Bolaños-Huejuquilla, las cuales fueron hechas violando la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, pues carecieron de manifestación de impacto ambiental y de autorización para cambiar los usos de suelo.“Deben hacerse los cambios que sean necesarios en los trazos para no afectar la flora, la fauna y sus corredores, así como los servicios ambientales; y se deben establecer las reparaciones de daños que procedan con ellas”.Los daños de las carreteras hechas durante el gobierno estatal de Francisco Ramírez Acuña, mantienen expedientes administrativos y penales pendientes de desahogarse.
Este año queda lista la reserva del río Ameca 300 mil ha. de Jalisco y Nayarit, área de protección de recursos naturales federal, tendrán su programa de protección y manejo.El área de protección de recursos naturales de la cuenca del río Ameca, que incluye territorio de nueve municipios de Jalisco y seis de Nayarit, y que fue rescatada de un viejo decreto emitido por el presidente Miguel Alemán, en 1949, contará este año con programa de protección y manejo y con recursos para trabajar con las comunidades, aseguró el director de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Ernesto Enkerlin Hoeflich.Entrevistado por vía telefónica a Canadá, donde realizó una gira de trabajo esta semana, el funcionario dijo a este diario que encontró en el nuevo gobierno de Jalisco, y en particular, en la secretaria de Medio Ambiente local, Martha Ruth del Toro Gaytán, un “compromiso entusiasta” para implementar la reserva protegida, que si bien abarca más de 1.5 millones de hectáreas de cuatro estados, sólo será trabajada en 2007 en el polígono del río Ameca, en busca de que su éxito sirva para detonar el compromiso de protección por parte de las comunidades en las otras áreas amparadas.En el caso de Jalisco, el polígono abarca parte de los municipios de Puerto Vallarta, San Sebastián del Oeste, Mascota, Guachinango, Mixtlán, Atenguillo, Ameca, San Marcos y Etzatlán; en Nayarit, el territorio protegido incluye parte de las demarcaciones municipales de Bahía de Banderas, Compostela, San Pedro Lagunillas, Ahuacatlán, Amatlán de Cañas e Ixtlán del Río, aunque todavía se carece de planos definitivos.La superficie es superior a 300 mil hectáreas, de las cuales, unas 200 mil se ubican en Jalisco.Esto viene a duplicar prácticamente la superficie de áreas naturales protegidas de esta entidad, que apenas suman 205 mil hectáreas. No obstante, cuando se implemente la protección en toda la reserva del decreto de 1949 (recategorizado en 2002), Jalisco sumará al menos cien mil ha más, en la zona de los ríos Bolaños, Santiago y Juchipila (Público, 14 y 15 de mayo de 2007).“Traemos una total coordinación con el estado; el planteamiento viene de finales del año pasado, pero esperábamos a que asumiera el nuevo gobierno para hacer las consultas y acuerdos; va a haber recursos y trabajos conjuntos; queremos trabajar aquí para ver si tiene éxito, y si la gente se apropia de la iniciativa. Debemos llevar alternativas a la conservación y mejorar la vida de las comunidades, y de esta manera generar un movimiento positivo que no excluya a nadie”, puso en relieve.El dinero con el que se cuenta en 2007, cuyo monto no precisó, servirá no sólo para apoyar proyectos productivos, sino para contratar un equipo de trabajo que tendrá como tarea esencial la elaboración del programa de conservación y manejo.“Una de las ventajas de decretar un área de protección de recursos naturales es que permite los usos productivos tradicionales, los regula y ordena, entonces no veo cómo la gente no se quiera sumar a este trabajo, y eso nos da confianza en su éxito”, añadió.Enkerlin Hoeflich indicó que Jalisco verá en estos años cristalizada la necesidad de incluir más territorio y ecosistemas dentro de esquemas de áreas naturales protegidas. “A más tardar en 2008 empezaremos el trabajo de conservación para el volcán Tequila; es muy importante cuidar el dar incentivos a la gente y el generar las compensaciones que deben tener las reservas protegidas”.También se trabajarán “propuestas muy interesantes que tenemos de la zona de Puerto Vallarta, que son complementarias de este trabajo de protección sobre el río Ameca y, por supuesto, atenderemos la necesidad de protección que se está demandando en la región de la Costa”.Explicó que si bien, la compra de cien hectáreas por parte del gobierno de Jalisco en la cañada de El Cuervo, de Talpa de Allende (donde se ubica uno de los bosques de arce o maple más grandes de México) es “un buen comienzo”, será necesario establecer un área protegida mayor para garantizar la supervivencia de ese bosque milenario.“Tenemos que trabajar proyectos para imponer mecanismos de compensación ambiental que nos haga llegar a una protección efectiva de esos ambientes de forma más amplia y consistente”, indicó.Los pendientesEntre los pendientes de la conservación en Jalisco, se incluye la expansión de la selva seca protegida de Chamela-Cuixmala, la cual está sometida actualmente a una fuerte presión desarrollista; las áreas naturales protegidas de Talpa, la presa Cajón de Peña y el río San Nicolás (Tomatlán), y las selvas medianas de El Tuito y Puerto Vallarta.Martha Ruth del Toro Gaytán, titular de la Semades, indicó además, en una entrevista concedida el 11 de mayo, que buscaría que se replantearan las obras de carretera que han dañado extensos ecosistemas de la Costa de Jalisco y de la Región Norte del estado: se trata de las rutas Villa Purificación-Chamela, Talpa-Llano Grande, Mascota-Puerto Vallarta y Bolaños-Huejuquilla, las cuales fueron hechas violando la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, pues carecieron de manifestación de impacto ambiental y de autorización para cambiar los usos de suelo.“Deben hacerse los cambios que sean necesarios en los trazos para no afectar la flora, la fauna y sus corredores, así como los servicios ambientales; y se deben establecer las reparaciones de daños que procedan con ellas”.Los daños de las carreteras hechas durante el gobierno estatal de Francisco Ramírez Acuña, mantienen expedientes administrativos y penales pendientes de desahogarse.
Friday, April 27, 2007
Montiel y el cambio climático

EDITORIAL DE EL UNIVERSAL27 de abril de 2007
La violación a las leyes ambientales es un asunto grave, a la luz de las serias advertencias hechas por científicos de todo el mundo sobre las dramáticas consecuencias del cambio climático. Y son todavía más ominosas cuando se encuentran de por medio presuntos actos de corrupción y tráfico de influencias de funcionarios.
Es el caso de la denuncia hecha por el Consejo para la Defensa de la Costa del Pacífico, que responsabiliza al procurador federal de Protección al Medio Ambiente, Ignacio Loyola, y al ex subprocurador Héctor González Reza, de supuestamente haber permitido al ex gobernador del estado de México, Arturo Montiel, construir una lujosa casa en una parte de la costa de Careyes, Jalisco, donde la Ley Federal de Equilibrio Ecológico impide levantar edificios.
La violación a las leyes ambientales es un asunto grave, a la luz de las serias advertencias hechas por científicos de todo el mundo sobre las dramáticas consecuencias del cambio climático. Y son todavía más ominosas cuando se encuentran de por medio presuntos actos de corrupción y tráfico de influencias de funcionarios.
Es el caso de la denuncia hecha por el Consejo para la Defensa de la Costa del Pacífico, que responsabiliza al procurador federal de Protección al Medio Ambiente, Ignacio Loyola, y al ex subprocurador Héctor González Reza, de supuestamente haber permitido al ex gobernador del estado de México, Arturo Montiel, construir una lujosa casa en una parte de la costa de Careyes, Jalisco, donde la Ley Federal de Equilibrio Ecológico impide levantar edificios.
El asunto debe revisarse a fondo, ya que tiene relevancia pública por partida doble: primero por la personalidad del ex jefe del Ejecutivo mexiquense, quien desde que dejó su cargo, en septiembre de 2005, se ha visto enfrascado en una serie de acusaciones sobre enriquecimiento inexplicable, peculado y ejercicio indebido de funciones, que incluso merecieron la creación de una fiscalía especial.
Aun cuando se documentó la existencia de casas de lujo, propiedad de Montiel y su familia en Acapulco, Vallarta, Valle de Bravo, España y Francia -difícilmente acordes con sus ingresos como servidor público y pese a su fortuna previa como empresario-, fue exonerado por funcionarios que fueron ex subordinados suyos, lo que le restó credibilidad a sus conclusiones.
Ahora vuelve a salir a la luz pública su nombre, en medio de otra polémica, lo que debe obligar a la revisión exhaustiva e imparcial de su comportamiento como funcionario público, porque lo que menos necesita la sociedad mexicana es seguir recelando de sus políticos, ya que, al final, eso sólo nos lleva al desencantamiento de las instituciones y del sistema democrático en su conjunto.
El segundo aspecto relevante de la acusación que hoy se documenta es el ambiental, porque se involucra a las más altas y actuales autoridades de procuración de justicia ecológica, como las responsables de permitir edificaciones prohibidas a lo largo de una franja costera, que se encuentra protegida de la devastación que provoca la construcción de hoteles y casas habitación, pero de las que, al parecer, está plagada.
México debe demostrar que está comprometido con el cuidado del medio ambiente que se ha emprendido a nivel global para revertir los efectos del cambio climático originado por la depredación del hombre. Urge entonces deslindar responsabilidades, ya que incluso la propia autoridad inmobiliaria turística del país, Fonatur, ha señalado recientemente que algunos funcionarios de los tres niveles de gobierno permitieron, a lo largo y ancho del país y por mucho tiempo, el otorgamiento ilegal de permisos de construcción, cambios de uso de suelo discrecionales e irregularidades de todo tipo para permitir edificaciones en zonas de playa, manglares y litoral.
No vaya a ser éste uno de tales casos, y más vale que quede claro a través de una investigación a fondo, que documente -con papeles, no sólo con comunicados de prensa- cómo se otorgaron los permisos de la casa de Careyes.
Thursday, April 26, 2007
Denuncian a funcionarios por permisos en Chamela por desarrollos costeros.

Los datos son contundentes: se derribará más de medio millón de árboles, se destruirá una salina, se cortarán corredores biológicos, se agotarán sus mantos de agua, se contaminarán sus ríos por la gran cantidad de agroquímicos que requerirá un campo de golf, y se generarán desperdicios y una alta demanda de servicios para más de dos mil pobladores permanentes y unos tres mil más de población flotante.
Ese es el análisis que expuso ayer el coordinador científico de la Fundación Cuixmala, Álvaro Miranda, quien destacó las grandes omisiones que tienen las manifestaciones de impacto ambiental (MIA) que fueron autorizadas por la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en noviembre pasado, a favor de dichas empresas, aunque en el caso de Rancho San Andrés, el dictamen aún no ha sido evaluado.Miranda destacó que las selvas y los humedales de la región de Chamela, en la costa sur de Jalisco, son en el papel la zona más protegida de México, pues 17 ordenamientos específicos o generales les brindan amparo para evitar la destrucción de sus ecosistemas: Están los decretos federales de áreas protegidas, las designaciones de región hidrológica, terrestre y marina prioritaria por la Conabio (Comisión Nacional para Uso y Conservación de la Biodiversidad), el nombramiento como área prioritaria para aves migratorias, de sitio Ramsar de importancia internacional para sus lagunas y el de reserva mundial de la biosfera que le otorgó la Unesco en octubre de 2006, que ampara las tres reservas protegidas y una zona de amortiguamiento, totalizando más de 30 mil hectáreas.Nada de esto ha sido obstáculo para las autorizaciones de la Semarnat, así como tampoco ha generado sanciones para el gobierno de Jalisco, que abrió una ruta carretera, Villa-Purificación-Chamela, que pasa a menos de 200 metros de la reserva, sin siquiera contar con autorización de impacto ambiental, durante el gobierno de Francisco Ramírez Acuña, ahora secretario de Gobernación, cuyo periodo es considerado por los ambientalistas como el de mayor retroceso para la conservación de la naturaleza en la historia reciente de Jalisco.Las autorizaciones cuentan con datos absurdos.
Por ejemplo, para la marina Careyes (IEL La Huerta), se permite un “club de playa” lindante con la playa Teopa, protegida en 1986 para desove de tortugas marinas en peligro de extinción. El desarrollador asegura que la zona de litoral no será ocupada por los turistas, que parece no se bañarán en el mar. Además, desde 1986 se estableció un área de exclusión de navegación de cuatro millas náuticas en torno a las playas de desove, la cual pretenden respetar los empresarios en el periodo de arribazones, que comienza en julio con la tortuga golfina y termina entre enero y febrero con la tortuga laúd. Bajo esta hipótesis, sólo habría marina cuatro meses al año.Tanto en la marina como en Tambora no se cuentan con suficientes concesiones para agua, y la producción del recurso en sus cuencas es insuficiente para sus necesidades, que ascienden a dos millones de m3 de agua, equivalentes a la producción anual de un bosque de 21 mil hectáreas. Los defensores de estas selvas prometen una campaña permanente ante la opinión pública nacional y mundial, para echar abajo estos permisos. Como ejemplo de su compromiso, está el desplegado publicado en The New York Times, el 22 de marzo pasado, cuyo costo fue de un millón de pesos.
La Huerta•Agustín del Castillo
seccion("Ciudad y Región");
La Huerta•Agustín del Castillo
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Impugnan complejo turístico. Alertan sobre riesgos para biodiversidad en reserva natural de costa de Jalisco
Por Adriana Alatorre
CUIXMALA.- La Secretaría de Medio Ambiente incurrió en diversas irregularidades al autorizar los desarrollos turísticos IEL La Huerta y Tambora en las cercanías de la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala, denunció el Consejo para la Defensa de la Costa del Pacífico (CDCP).
El organismo exigió la destitución de Ricardo Juárez, titular de la Dirección General de Riesgo de Impacto Ambiental de la Semarnat, por autorizar los proyectos, a finales de la administración de Vicente Fox, a pesar de contar con estudios de especialistas que advirtieron sobre los riesgos que representaban para la reserva, considerada una de las más importantes de México en materia de biodiversidad.
Los proyectos contemplan construir hoteles con campo de golf, residencias de lujo, caballerizas y una marina, entre otras obras.
Alberto Székely, vocero del CDCP, señaló que desde hace más de 13 años desarrolladores turísticos impulsan proyectos en la región, la mayoría de los cuales no toman en cuenta la disponibilidad de agua y las necesidades de cuidado ambiental.
Los proyectos IEL La Huerta y Tambora, remarcó, resultan además sospechosos por la premura con la que fueron aprobados y ponen en evidencia la debilidad del mecanismo de manifestaciones de impacto ambiental para proteger áreas naturales estratégicas.
"En las aprobaciones hay innumerables irregularidades que no pueden tolerarse", sostuvo.
"Estos planes, aprobados en un acto de corrupción, aún pueden pararse".
Informó que el CDCP presentó el pasado 22 de marzo una denuncia ante la Secretaría de la Función Pública en contra de Ricardo Juárez, al que considera el principal responsable de la autorización irregular, y de Jesús Becerra, subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental de la Semarnat; Andrés Chacón, director de Impacto Ambiental, y Héctor González, subprocurador de Recursos Naturales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Adelantó que el consejo utilizará otros recursos legales para detener los proyectos y eventualmente recurrirá a la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte.
La aprobación de los proyectos, remarcó, resulta inexplicable si se considera que especialistas de la UNAM -institución que cuenta con una Estación de Biología en la reserva- y la propia Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) los cuestionaron con argumentos muy puntuales.
"Se quiere construir algo tan ambientalmente ofensivo como es un campo de golf, siendo que no hay manera de tener un campo de golf en un área que se quiere proteger sin que cause daño", apuntó.
A pesar de ello, y de que los proyectos implican cortar decenas de miles de árboles, indicó, la Semarnat dio por válida la manifestación de impacto ambiental, lo que confirma que se trata de un mecanismo lleno de deficiencias en México.
"La ley ambiental dispone un mecanismo internacionalmente reconocido como la manifestación de impacto ambiental. Ésta debe precisar los impactos que el proyecto tendrá sobre el ambiente y la forma de mitigarlos o compensarlos", explicó.
En su evaluación sobre el programa de manejo ambiental del proyecto Tambora, la Conanp realizó 29 observaciones, entre ellas que pone en riesgo "la continuidad de los frágiles ecosistemas locales".
Alberto Elton, director de la Conanp para la región de Occidente, indicó que ante las críticas los empresarios a cargo del proyecto han planteado la posibilidad de realizar algunos ajustes
CUIXMALA.- La Secretaría de Medio Ambiente incurrió en diversas irregularidades al autorizar los desarrollos turísticos IEL La Huerta y Tambora en las cercanías de la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala, denunció el Consejo para la Defensa de la Costa del Pacífico (CDCP).
El organismo exigió la destitución de Ricardo Juárez, titular de la Dirección General de Riesgo de Impacto Ambiental de la Semarnat, por autorizar los proyectos, a finales de la administración de Vicente Fox, a pesar de contar con estudios de especialistas que advirtieron sobre los riesgos que representaban para la reserva, considerada una de las más importantes de México en materia de biodiversidad.
Los proyectos contemplan construir hoteles con campo de golf, residencias de lujo, caballerizas y una marina, entre otras obras.
Alberto Székely, vocero del CDCP, señaló que desde hace más de 13 años desarrolladores turísticos impulsan proyectos en la región, la mayoría de los cuales no toman en cuenta la disponibilidad de agua y las necesidades de cuidado ambiental.
Los proyectos IEL La Huerta y Tambora, remarcó, resultan además sospechosos por la premura con la que fueron aprobados y ponen en evidencia la debilidad del mecanismo de manifestaciones de impacto ambiental para proteger áreas naturales estratégicas.
"En las aprobaciones hay innumerables irregularidades que no pueden tolerarse", sostuvo.
"Estos planes, aprobados en un acto de corrupción, aún pueden pararse".
Informó que el CDCP presentó el pasado 22 de marzo una denuncia ante la Secretaría de la Función Pública en contra de Ricardo Juárez, al que considera el principal responsable de la autorización irregular, y de Jesús Becerra, subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental de la Semarnat; Andrés Chacón, director de Impacto Ambiental, y Héctor González, subprocurador de Recursos Naturales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Adelantó que el consejo utilizará otros recursos legales para detener los proyectos y eventualmente recurrirá a la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte.
La aprobación de los proyectos, remarcó, resulta inexplicable si se considera que especialistas de la UNAM -institución que cuenta con una Estación de Biología en la reserva- y la propia Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) los cuestionaron con argumentos muy puntuales.
"Se quiere construir algo tan ambientalmente ofensivo como es un campo de golf, siendo que no hay manera de tener un campo de golf en un área que se quiere proteger sin que cause daño", apuntó.
A pesar de ello, y de que los proyectos implican cortar decenas de miles de árboles, indicó, la Semarnat dio por válida la manifestación de impacto ambiental, lo que confirma que se trata de un mecanismo lleno de deficiencias en México.
"La ley ambiental dispone un mecanismo internacionalmente reconocido como la manifestación de impacto ambiental. Ésta debe precisar los impactos que el proyecto tendrá sobre el ambiente y la forma de mitigarlos o compensarlos", explicó.
En su evaluación sobre el programa de manejo ambiental del proyecto Tambora, la Conanp realizó 29 observaciones, entre ellas que pone en riesgo "la continuidad de los frágiles ecosistemas locales".
Alberto Elton, director de la Conanp para la región de Occidente, indicó que ante las críticas los empresarios a cargo del proyecto han planteado la posibilidad de realizar algunos ajustes
Monday, April 23, 2007
Denuncian a funcionarios por permisos en Chamela
Ecologistas los acusan ante la Secretaría de la Función Pública
Los señalan por favorecer de forma irregular a dos desarrollos costeros.
Las áreas protegidas de Jalisco están en riesgo de convertirse en desarrollos turísticos.
El Consejo para la Defensa de la Costa del Pacífico (CDCP) presentó el 22 de marzo pasado, ante la Secretaría de la Función Pública, una denuncia donde responsabiliza a cuatro funcionarios federales de la expedición irregular de permisos para la construcción de dos desarrollos turísticos en las inmediaciones de tres reservas protegidas de Chamela, en la Costa Sur de Jalisco.El extenso documento, de 184 páginas, pretende acreditar la presunta responsabilidad del subsecretario de gestión para la protección ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Jesús Becerra Pedrote; del director general de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la dependencia, Ricardo Juárez Palacios, y su director de impacto ambiental, Andrés Chacón Hernández, así como del subprocurador de recursos naturales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Héctor González Reza.Al titular de la DGIRA y a su subalterno, los señalan porque “tramitaron, evaluaron y resolvieron las manifestaciones de impacto ambiental [MIA] de que se trata [desarrollos de La Tambora e IEL La Huerta] violando dos obligaciones […] por tratarse de obras y actividades que eran improcedentes y porque las citadas manifestaciones no incorporaron en grado alguno las mejores técnicas y metodologías existentes, ni la información y medidas de prevención, mitigación y compensación más efectivas; además que dichos funcionarios transgredieron […] otras disposiciones legales…”.Las obligaciones presuntamente violadas están contenidas en el artículo 27 del Reglamento Interior de la Semarnat, en el cual se marca que la DGIRA debe expedir autorización sólo cuando sean procedentes, y debe establecer los mejores mecanismos de prevención, mitigación y compensación. Según el CDCP, las MIA de ambos desarrollos son defectuosas y van a dañar de forma permanente los ecosistemas protegidos.En cuanto al subsecretario de la Semarnat, advierten que conoció de los hechos denunciados oportunamente, en el periodo de consulta de las dos MIA, tanto por la Universidad Nacional Autónoma de México, la Fundación Ecológica Cuitzmala y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), instancias cuyas opiniones científicas fueron opuestas a las dictaminaciones favorables. Aun así, “el citado subsecretario incumplió su obligación de vigilar que en la tramitación, evaluación y autorización de las MIA de que se trata, se diera cumplimiento a los ordenamientos legales…”.En el proyecto Tambora se pretende construir, en un área de 681 hectáreas, un hotel de gran turismo con cien habitaciones, un campo de golf de 18 hoyos, lotes residenciales, spa, centro ecuménico, casa club, clubes de playa, hacienda, caballerizas, áreas de servicio, estacionamientos, casetas, y las vialidades para acceder a todos estos servicios.En cuanto al proyecto IEL La Huerta, se propone edificar, sobre 256 hectáreas, una marina turística para 161 yates, villas, búngalos y zonas comerciales, dos hoteles con 1,025 habitaciones, 35 lotes residenciales, y las viabilidades correspondientes.De ningún modo son desarrollos “de baja densidad”, que sí están permitidos en la zona, agrega el CDCP. En términos biológicos, su construcción y operación a menos de dos kilómetros de los límites de la reserva de Chamela-Cuixmala, tendrá repercusiones directas e indirectas sobre su integridad y funcionamiento, así como de otras áreas naturales protegidas y de los ecosistemas de la región, agregan.Uno de los impactos negativos considerados más graves es la extracción de agua (más de 1.5 millones de m3 por año) de una fuente estacional que actualmente está sujeta a explotación, como es el arroyo Chamela. No se presentan datos que respalden el uso sustentable de este enorme volumen de líquido, ni sobre la capacidad de producción de la cuenca.El subprocurador de la Profepa, Héctor González Reza, también es culpable, pues recibió denuncia popular, el 27 de julio de 2006, cuando era tiempo de evitar las anomalías consumadas por la Semarnat, pero sólo se recibió “la mentira, la burla y la falta de respeto de dicho funcionario”.Áreas amenazadasLa reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala es la más importante. Apenas rebasa trece mil ha de superficie. Fue decretada en diciembre de 1993 por el Presidente de la repúblicaLas playas tortugueras de Cuitzmala y Teopa fueron decretadas en 1985 y protegen cuatro especies de tortuga marina en peligro de extinción. LEl santuario natural en islas de la bahía de Chamela es comunidad de aves migratorias y protege formas de vida marina. Sus comunidades frágiles están severamente amenazadas por los impactos del turismo masivo.
Guadalajara/Agustín del Castill
Los señalan por favorecer de forma irregular a dos desarrollos costeros.
Las áreas protegidas de Jalisco están en riesgo de convertirse en desarrollos turísticos.
El Consejo para la Defensa de la Costa del Pacífico (CDCP) presentó el 22 de marzo pasado, ante la Secretaría de la Función Pública, una denuncia donde responsabiliza a cuatro funcionarios federales de la expedición irregular de permisos para la construcción de dos desarrollos turísticos en las inmediaciones de tres reservas protegidas de Chamela, en la Costa Sur de Jalisco.El extenso documento, de 184 páginas, pretende acreditar la presunta responsabilidad del subsecretario de gestión para la protección ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Jesús Becerra Pedrote; del director general de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la dependencia, Ricardo Juárez Palacios, y su director de impacto ambiental, Andrés Chacón Hernández, así como del subprocurador de recursos naturales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Héctor González Reza.Al titular de la DGIRA y a su subalterno, los señalan porque “tramitaron, evaluaron y resolvieron las manifestaciones de impacto ambiental [MIA] de que se trata [desarrollos de La Tambora e IEL La Huerta] violando dos obligaciones […] por tratarse de obras y actividades que eran improcedentes y porque las citadas manifestaciones no incorporaron en grado alguno las mejores técnicas y metodologías existentes, ni la información y medidas de prevención, mitigación y compensación más efectivas; además que dichos funcionarios transgredieron […] otras disposiciones legales…”.Las obligaciones presuntamente violadas están contenidas en el artículo 27 del Reglamento Interior de la Semarnat, en el cual se marca que la DGIRA debe expedir autorización sólo cuando sean procedentes, y debe establecer los mejores mecanismos de prevención, mitigación y compensación. Según el CDCP, las MIA de ambos desarrollos son defectuosas y van a dañar de forma permanente los ecosistemas protegidos.En cuanto al subsecretario de la Semarnat, advierten que conoció de los hechos denunciados oportunamente, en el periodo de consulta de las dos MIA, tanto por la Universidad Nacional Autónoma de México, la Fundación Ecológica Cuitzmala y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), instancias cuyas opiniones científicas fueron opuestas a las dictaminaciones favorables. Aun así, “el citado subsecretario incumplió su obligación de vigilar que en la tramitación, evaluación y autorización de las MIA de que se trata, se diera cumplimiento a los ordenamientos legales…”.En el proyecto Tambora se pretende construir, en un área de 681 hectáreas, un hotel de gran turismo con cien habitaciones, un campo de golf de 18 hoyos, lotes residenciales, spa, centro ecuménico, casa club, clubes de playa, hacienda, caballerizas, áreas de servicio, estacionamientos, casetas, y las vialidades para acceder a todos estos servicios.En cuanto al proyecto IEL La Huerta, se propone edificar, sobre 256 hectáreas, una marina turística para 161 yates, villas, búngalos y zonas comerciales, dos hoteles con 1,025 habitaciones, 35 lotes residenciales, y las viabilidades correspondientes.De ningún modo son desarrollos “de baja densidad”, que sí están permitidos en la zona, agrega el CDCP. En términos biológicos, su construcción y operación a menos de dos kilómetros de los límites de la reserva de Chamela-Cuixmala, tendrá repercusiones directas e indirectas sobre su integridad y funcionamiento, así como de otras áreas naturales protegidas y de los ecosistemas de la región, agregan.Uno de los impactos negativos considerados más graves es la extracción de agua (más de 1.5 millones de m3 por año) de una fuente estacional que actualmente está sujeta a explotación, como es el arroyo Chamela. No se presentan datos que respalden el uso sustentable de este enorme volumen de líquido, ni sobre la capacidad de producción de la cuenca.El subprocurador de la Profepa, Héctor González Reza, también es culpable, pues recibió denuncia popular, el 27 de julio de 2006, cuando era tiempo de evitar las anomalías consumadas por la Semarnat, pero sólo se recibió “la mentira, la burla y la falta de respeto de dicho funcionario”.Áreas amenazadasLa reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala es la más importante. Apenas rebasa trece mil ha de superficie. Fue decretada en diciembre de 1993 por el Presidente de la repúblicaLas playas tortugueras de Cuitzmala y Teopa fueron decretadas en 1985 y protegen cuatro especies de tortuga marina en peligro de extinción. LEl santuario natural en islas de la bahía de Chamela es comunidad de aves migratorias y protege formas de vida marina. Sus comunidades frágiles están severamente amenazadas por los impactos del turismo masivo.
Guadalajara/Agustín del Castill
En 30 años, México ha perdido 50 especies; 40% sigue en riesgo
México tiene hoy un recordatorio más sobre los riesgos que sufre nuestro planeta. Durante la celebración del Día Mundial de la Tierra especialistas urgen atender temas como la pérdida de biodiversidad y de ambientes naturales.“Los problemas ambientales de México son los mismos de todo el mundo, estamos perdiendo la capacidad de mantener la vida en la Tierra”, señaló Gerardo Ceballos González, investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El especialista afirmó que los principales problemas ecológicos del país se centran en: las consecuencias del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y de ambientes naturales, la extinción de especies, la erosión y la contaminación.El investigador del departamento de ecología de la biodiversidad, explicó que tan sólo en los últimos 30 años se han perdido 50 especies de animales y que actualmente 40 por ciento se encuentran en peligro de extinción.“Especies como el jaguar, el águila dorada, la vaquita marina y el manatí, entre otros, son una muestra de que tenemos mucho que perder en materia de biodiversidad”.De acuerdo con la Comisión nacional para el conocimiento y uso de la biodiversidad (Conabio), México es el segundo país del mundo en tipos de ecosistemas y el cuarto en riqueza de especies.Deforestación. El científico agregó que estamos acabando con los ambientes naturales de estas especies debido a una desencadenada deforestación de manglares, selvas y bosques, que suman anualmente una pérdida de 600 mil hectáreas.“Estamos además propiciando la pérdida de servicios ambientales que son fundamentales y que nos protegen de las consecuencias del calentamiento global”.Protección insuficiente. El científico denunció que en México no existe una política ambiental integral que garantice la seguridad de nuestro entorno natural y que actos de corrupción por parte de las autoridades ponen en peligro su preservación.“Las autoridades deben comprender la gran envergadura de los problemas ecológicos en el país”.Denunció casos como el de la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala que se encuentra amenazada debido a la aprobación de proyectos turísticos que impactarían severamente la zona. El ecólogo dijo que estas son consecuencias de actos de corrupción por parte de la Semarnat, que aprobó un proyecto sobre impacto ecológico en la zona, el cual no cumple con las normatividades mínimas.“No se puede seguir privilegiando a grupos de poder sacrificando el medio ambiente”.Problema global. Junto con México, países como Colombia, Brasil, Australia e Indonesia poseen la riqueza biológica más importante del mundo, en este último especies como el tigre, el elefante o el rinoceronte continúan en peligro de extinción.Indonesia es el país del mundo más rico en diversidad marina y uno de los más importantes en diversidad terrestre pero, de todas las especies animales que acoge el vasto archipiélago, más de 400 se encuentran en la Lista Roja de Especies en Peligro de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, y la mitad está muy cerca de desaparecer para siempre.El orangután, los rinocerontes de Java y Sumatra, el macaco de Mentawai, el gibón plateado o el dragón de Komodo —el mayor lagarto del mundo y que da nombre a la isla— se encuentran en situación de “peligro crítico” (riesgo alto de extinción inmediata) y otras 30 especies están “amenazadas”, es decir, con el mismo riesgo pero en un futuro cercano.Los expertos advierten que a los orangutanes no les quedan más de diez años de vida. Entre las especies amenazadas están también el elefante asiático, la ballena azul, el tigre y decenas de ratas, murciélagos, cervatillos, conejos, ratones, ardillas y otros animales arrinconados por la deforestación pero que son vitales para la conservación del hábitat.Nueve mil millones de habitantes en 2050El mundo registrará una explosión demográfica en las próximas décadas por el aumento de la esperanza de vida, lo que afectará al desarrollo económico y ejercerá una fuerte presión sobre los recursos del planeta.Según cifras de la división de población del Departamento de Asuntos Sociales y Económicos de la ONU, la población mundial pasará de los actuales seis mil 700 millones a nueve mil 200 millones a mediados del presente siglo XXI.De acuerdo con la ONU más países contarán con un número mayor de población anciana, triplicándose a escala mundial.En las regiones industrializadas, la población que supera los 60 años de edad representa actualmente el 20 por ciento y el pronóstico es que aumente a un 33 por ciento en 2050.
Monday, April 16, 2007
Regalito al clan Hernández

El interés de Vicente Fox por beneficiar al banquero Roberto Hernández y su familia fue evidente hasta el último minuto de su administración: la tarde del jueves 30 de noviembre, la hija del magnate, María de Lourdes Hernández de Bosoms, recibió una autorización ilegal para desarrollar el complejo turístico IEL La Huerta, en Jalisco, expone la edición 1589 de Proceso.La hija de Roberto Hernández está incluida en listas contrastantes: por un lado se le incluye entre los donantes de la Universidad Iberoamericana y preside la Fundación de Haciendas del Mundo Maya y el Grupo Plan, que en 2005 recibió el reconocimiento Investors in the People Award a la mejor iniciativa turística con fines filantrópicos en el mundo. El WTTC (Consejo Mundial de Viajes y Turismo) le entregó a Hernández de Bosoms ese premio en Nueva Delhi, la India. Pero su nombre también aparece en la relación de accionistas mexicanos beneficiados por el llamado “fraude fiscal de Banamex” (La Jornada, 27 de diciembre de 2006), y ahora encabeza el directorio de las dos empresas promotoras del proyecto turístico que, a decir de expertos ambientalistas, implica la desaparición progresiva de la reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala, una de las más importantes de México.No obstante que prestigiados biólogos han demostrado que ese complejo turístico dañará la reserva de la biosfera de Chamela y las comunidades de la costa jalisciense, la administración de Felipe Calderón se prepara a fin de autorizar otro proyecto más de los Hernández en esa región.
Desestimó la SFP 13 demandas contra funcionario de la Semarnat
En los pasados seis años se han presentado 19 quejas ante la Secretaría de la Función Pública (SFP) en contra de la gestión de Ricardo Juárez Palacios, titular de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (Dgira) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), quien ocupa el cargo desde 2001. Las querellas fueron interpuestas por grupos ambientalistas y científicos por las autorizaciones de Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) con presuntas irregularidades, en favor del sector empresarial y en detrimento del medio ambiente.
Las organizaciones no gubernamentales y científicos no sólo se quedaron en ventilar públicamente las presuntas irregularidades en la Dgira, sino que llevaron los casos a la SFP; del total de quejas que se han presentado a esta dependencia, sólo seis investigaciones siguen su curso y el resto fue desestimado y archivado.
Por medio del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) se pidió información a la Semarnat y a la SFP en relación con "las acciones legales iniciadas, en proceso o terminadas", en contra del titular de la Dgira; la SFP sólo entregó la información el pasado 2 de febrero.
En su respuesta la dependencia informó que el expediente OIC/07/2003 contiene la documentación relativa a la investigación de quejas presentadas ante la SFP y desahogadas por el órgano interno de control de la Semarnat, "por presuntas irregularidades administrativas en contra de servidores públicos, dentro de los cuales se incluye al funcionario mencionado".
En el listado entregado por la SFP aún no aparece la queja presentada el pasado 22 de marzo en contra del funcionario por la autorización de las MIA para los proyectos Marina Careyes y la Huerta, en la zona de influencia de la reserva de la biosfera Chamela Cuixmala, Jalisco; el primero es un desarrollo del empresario Roberto Hernández, autorizado ocho días antes del término de la gestión de su amigo, el ex presidente Vicente Fox.
Entre las quejas que se presentaron entre el 17 de mayo de 2001 y el 2 de febrero de este año, están la autorización de la terminal de gas natural licuado de la empresa Chevron Texaco cerca de las islas Coronado, el cual fue finalmente cancelado este año por la propia empresa.
La primera queja se presentó el 17 de mayo de 2001, se hizo bajo el argumento de que "con abuso de cargo y de manera prepotente (el funcionario) ha condicionado la entrega de una concesión para la venta de artesanías y artículos de olaya en las isla de la Roqueta en Acapulco, Guerrero, a cambio de una determinada cantidad de dinero".
También se presentó una queja el 12 de febrero de 2004 por el permiso ambiental para un delfinario en el club recreativo de Playa Palancar en Cozumel, Quintana Roo, sobre el cual hubo pronunciamientos de legisladores que pedían la suspensión de la obra, pero el 17 de noviembre el órgano interno de control de la Semarnat determinó que no se desprendía ninguna irregularidad.
En los casos de la autorización del proyecto Mar de Cortés, antes Escalera Náutica, que "aparentemente afecta y causa daño al medio ambiente en el alto golfo de California y al ecosistema", la SFP informó que aún esta en proceso y se requirió información a la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas, a delegaciones de la Semarnat y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
También está en proceso la queja sobre la autorización de la MIA del proyecto Costa Cancún, el cual fue autorizado el 23 de febrero de 2004, y preveía la destrucción de 377 hectáreas de manglar, destinadas a la conservación de la vida silvestre, las cuales sólo podrían utilizarse para actividades turísticas con "altas restricciones ecológicas", lo cual se ignoró y además se violaron diversas disposiciones oficiales como la norma oficial mexicana 022 relativa a la protección de los humedales costeros en zona de manglar y el Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio del Corredor Cancún-Tulum.
Sin resolución aún está la queja por la autorización a la empresa Ciclo Ambiental para operar un incinerador de residuos peligrosos en el municipio Baca, Yucatán; este caso se presentó el 21 de julio de 2006; en la misma situación está el permiso para la renovación de la Unidad de Manejo Ambiental en la isla de la Roqueta, Acapulco, denominada Eco Park.
También hay quejas desestimadas por la SFP porque trató de formar un "complot en contra de la estabilidad del titular de la dependencia; por tratos despóticos y autoritarios hacia el personal, y por autorizar "en partes los proyectos de las MIA y no en su totalidad".
http://www.jornada.unam.mx/2007/04/16/index.php?section=sociedad&article=044n1soc
Las organizaciones no gubernamentales y científicos no sólo se quedaron en ventilar públicamente las presuntas irregularidades en la Dgira, sino que llevaron los casos a la SFP; del total de quejas que se han presentado a esta dependencia, sólo seis investigaciones siguen su curso y el resto fue desestimado y archivado.
Por medio del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) se pidió información a la Semarnat y a la SFP en relación con "las acciones legales iniciadas, en proceso o terminadas", en contra del titular de la Dgira; la SFP sólo entregó la información el pasado 2 de febrero.
En su respuesta la dependencia informó que el expediente OIC/07/2003 contiene la documentación relativa a la investigación de quejas presentadas ante la SFP y desahogadas por el órgano interno de control de la Semarnat, "por presuntas irregularidades administrativas en contra de servidores públicos, dentro de los cuales se incluye al funcionario mencionado".
En el listado entregado por la SFP aún no aparece la queja presentada el pasado 22 de marzo en contra del funcionario por la autorización de las MIA para los proyectos Marina Careyes y la Huerta, en la zona de influencia de la reserva de la biosfera Chamela Cuixmala, Jalisco; el primero es un desarrollo del empresario Roberto Hernández, autorizado ocho días antes del término de la gestión de su amigo, el ex presidente Vicente Fox.
Entre las quejas que se presentaron entre el 17 de mayo de 2001 y el 2 de febrero de este año, están la autorización de la terminal de gas natural licuado de la empresa Chevron Texaco cerca de las islas Coronado, el cual fue finalmente cancelado este año por la propia empresa.
La primera queja se presentó el 17 de mayo de 2001, se hizo bajo el argumento de que "con abuso de cargo y de manera prepotente (el funcionario) ha condicionado la entrega de una concesión para la venta de artesanías y artículos de olaya en las isla de la Roqueta en Acapulco, Guerrero, a cambio de una determinada cantidad de dinero".
También se presentó una queja el 12 de febrero de 2004 por el permiso ambiental para un delfinario en el club recreativo de Playa Palancar en Cozumel, Quintana Roo, sobre el cual hubo pronunciamientos de legisladores que pedían la suspensión de la obra, pero el 17 de noviembre el órgano interno de control de la Semarnat determinó que no se desprendía ninguna irregularidad.
En los casos de la autorización del proyecto Mar de Cortés, antes Escalera Náutica, que "aparentemente afecta y causa daño al medio ambiente en el alto golfo de California y al ecosistema", la SFP informó que aún esta en proceso y se requirió información a la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas, a delegaciones de la Semarnat y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
También está en proceso la queja sobre la autorización de la MIA del proyecto Costa Cancún, el cual fue autorizado el 23 de febrero de 2004, y preveía la destrucción de 377 hectáreas de manglar, destinadas a la conservación de la vida silvestre, las cuales sólo podrían utilizarse para actividades turísticas con "altas restricciones ecológicas", lo cual se ignoró y además se violaron diversas disposiciones oficiales como la norma oficial mexicana 022 relativa a la protección de los humedales costeros en zona de manglar y el Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio del Corredor Cancún-Tulum.
Sin resolución aún está la queja por la autorización a la empresa Ciclo Ambiental para operar un incinerador de residuos peligrosos en el municipio Baca, Yucatán; este caso se presentó el 21 de julio de 2006; en la misma situación está el permiso para la renovación de la Unidad de Manejo Ambiental en la isla de la Roqueta, Acapulco, denominada Eco Park.
También hay quejas desestimadas por la SFP porque trató de formar un "complot en contra de la estabilidad del titular de la dependencia; por tratos despóticos y autoritarios hacia el personal, y por autorizar "en partes los proyectos de las MIA y no en su totalidad".
http://www.jornada.unam.mx/2007/04/16/index.php?section=sociedad&article=044n1soc
Tuesday, April 10, 2007
*******URGENTE*******

LEVANTEMOS UNA VOZ POR CHAMELA
Estimados amigos:
El pasado noviembre 22 del 2006, la SEMARNAT autorizó dos desarrollosturísticos en la vecindad de la Reserva de la Biosfera de Chamela-Cuixmala,una de las zonas con mayor biodiversidad y endemismos de Mexico. Ante lapreocupación de los impactos de dichos proyectos, un Panel Técnico deinvestigadores de la UNAM, revisó detalladamente las Manifestaciones deImpacto Ambiental de ambos proyectos. El documento preparado por el Panel"Análisis Proyectos Turísticos Chamela" fue presentado al público el pasado22de marzo y está disponible en el siguiente sitio:http://www.ibiologia.unam.mx/reserva/reserva.htm.En el sitio se incluye además un "Manifiesto" que expresa la posición delPanel Técnico de Análisis de la UNAM, sobre la autorización de dichosproyectos.Te invitamos a visitar el sitio y mostrar tu adhesión al manifiesto queexpresa nuestra preocupación ante la autorización de dichos proyectos, unexhorto a la SEMARNAT de revisar las Manifestaciones de Impacto Ambientalconsiderando la opinón de los académicos de la UNAM, y finalmente, unapetición para suspender dichas autorizaciones. Puedes registrar tu firma muy fácil en el sitio:(http://www.ibiologia.unam.mx/reserva/manifiesto/espanol.html).(busca el link "te pedimos que te registres")Es muy importante que expresemos nuestra preocupación como académicos anteestas amenazas que harán más vulnerable una de las zonas mas biodiversas ycon un gran numero de endemismos de nuestro país.Levantemos una voz por Chamela.Si no nos manifestamos hoy al respecto, mañana puede ser demasiado tarde.
KB
Monday, April 9, 2007
APOCALIPSIS YA

Este título apareció en EL "INDEPENDENT"de Londres a principios de febrero de 2005, luego de una conferencia en el centro de Hadley en Exeter, Inglaterra, en donde 200 de los principales científicos del mundo publicaron la advertencia más urgente hasta la fecha: HOY es que está ocurriendo el cambio peligroso del clima , y no pasado mañana. I
nundaciones, tormentas, y sequías. Hielo polar que se derrite, glaciares que se encogen y océanos que se convierten en ácido. Los científicos especialistas en glaciares biologos, meteorologos, oceanografistas, y de la ecologos divulgaron ver una subida dramática durante los 50 años pasados de todos los indicadores del cambio del clima: aumento de las temperaturas promedio del mundo, acontecimientos extremos del tiempo, de los niveles del CO2 y de otros gases del efecto invernadero, y del nivel de los océanos. La concesión que ganaba la inclinación ambiental de Geoffrey escribió: "en el futuro historiadores , miraran hacia atras y en ese momento veran un mundo más caliente y menos hospitalario . . . los desconcertará mayormente que cómo una generación entera pudo haber marchado sonambula hacia el desastre -- destruyendo el clima que ha permitido que la civilización humana prospere sobre los últimos 11.000 años." La mayoría abrumadora de científicos y el clima internacional que supervisa cuerpos ahora convienen que está ocurriendo el cambio del clima, que los seres humanos son responsables, y que el tiempo se va acabando. En hecho, podríamos alcanzar "el punto de ninguna vuelta" en una década, divulgado la inclinación. Los glaciares que derriten todos a través del mundo incluyen: el Broggi en los Andes peruanos, el glaciar Ururashraju en la Cordillera Blanca de Perú, el Pasterze en Austria, glaciar de Portage cerca de Anchorage, de Alaska, de la capilla del montaje en Oregon, del montaje Kilimanjaro en Tanzania del noreste, del glaciar de Grinnell en parque nacional del glaciar, y del glaciar de Rhone en Suiza. La tierra está consiguiendo el warmer. Mientras que el calentarse del promedio es justo debajo de mundial centígrado de 1 grado, las regiones polares demuestran calentarse de 2 a 3 grados de centígrado, debido a los efectos de la regeneración. Con el derretimiento de nieve blanca, eso reflejó previamente algo del calor nuevamente dentro de la atmósfera (efecto del albedo), las superficies más oscuras nuevamente expuestas absorben calor, y aceleran el derretimiento de más hielo y nieve. El calentarse en promedio el medio del mundo del 1 grado centígrado puede parecer poco. Sin embargo, históricamente, la diferencia entre períodos calientes y una edad de hielo ha sido solamente 5 a 6 grados centígrados. La transformación de la edad de hielo pasada al actual clima resultó de una subida lenta de la temperatura, que tomó 5.000 años para terminar completamente, permitiendo que la vida en la tierra se adapte a los cambios. Podríamos traer alrededor de un cambio de 5 a 6 grados en solamente 150 años si no comenzamos a obligar el uso de combustibles fósiles. No solamente es un cambio fundamental en la composición del aire, el agua, y el suelo lo que necesitamos considerar. La velocidad a la cual estos cambios son forzados sobre el planeta ya conduce a las altas tarifas de la extinción. Los científicos en la reunión de Exeter convinieron que el calentarse sobre 2 grados de centígrado sobre temperaturas pre-industriales sería peligroso -- y somos manera casi media allí. Para quemarse encima de las reservas restantes del carbón del mundo, estimaban, levantarían la temperatura media por 3 a 8 grados de C en menos de 150 años. Bastantes el clima "escépticos", los ejecutivos del combustible fósil, y los miembros de la administración de Bush todavía está negando que hay una cosa tal como calentarse global humano-causado. Mucha de ellos demanda que el sol acaba de crecer más caliente. Sin embargo, un sol más caliente habría calentado la estratosfera también. En contraste, la estratosfera se está refrescando -- sugiriendo una manta de los gases del invernadero que evite que el calor de la tierra irradie nuevamente dentro de espacio. Sabemos el efecto del invernadero trabaja. Venus, con una cubierta gruesa del invernadero es caliente; Marte, con un invernadero fino es frío. La manta de la tierra de los gases del invernadero se compone de los subproductos de la edad industrial y de una tecnología anticuada de Victorian. Aunque el metano es un gas más de gran alcance del invernadero, es el CO2 que hace para arriba sobre el 80% de la mezcla del gas del invernadero. Los estudios de la base del hielo demuestran que las concentraciones del CO2 en este planeta habían sido estables para el milenio pasado, nunca levantándose o cayendo más de 10 PPM, y fluctuando entre 275 y 285 PPM. Ahora las concentraciones del CO2 están comenzando a exceder 370 PPM, y se están levantando a partir de año al año. Otros gases del invernadero demuestran el mismo aumento dramático -- principalmente en los últimos 40 a 50 años. Estamos viviendo ya debajo de una bóveda del aire que nadie han respirado en millón de años. El calentarse y acidificación del océano La temperatura media de las aguas superficiales de los océanos, extendiendo a una profundidad de vario cientos metros, se ha levantado por un grado del 1/2 centígrado. Esto ha ocurrido en apenas los últimos 40 años. Los océanos también han llegado a ser más ácidos, debido al uptake del CO2 anthropogenic. El laboratorio marina de Plymouth en Inglaterra estima ese 48% de CO2 del combustible fósil, o 400 mil millones toneladas, han sido absorbidas por los océanos, haciéndoles el depósito más grande del carbón, una carga mayor que lo llevada por la atmósfera o la tierra. El CO2, mientras que es más inerte en la atmósfera, llega a ser altamente reactivo en los océanos, conduciendo a los cambios físicos, biológicos, y geológicos. Carol Turley, jefe de la ciencia en el laboratorio marina de Plymouth, advierte que ningunos tales cambios de pH en los océanos han ocurrido en últimos 20 millones de años, y que la capacidad de los océanos de tomar el CO2 es limitada. ¿Qué pudieron las consecuencias de tales cambios en los océanos ser? Un artículo de agosto de 2005 en el globo y el correo, en los pájaros muertos de hambre del mar que se lavan para arriba en costa pacífica vara de California a Colombia británico, divulga que los científicos creen que, por lo menos por este año, el "fondo ha caído de la cadena de alimento costera." De la costa de Oregon, las aguas cerca de la orilla son 5 a 7 grados de warmer que normales. Una capa de agua caliente a lo largo de la línea de la costa pacífica del conjunto previene upwelling generalmente de los ricos frescos del agua en phytoplankton, la base de la tela del alimento para toda la vida marina. Zooplankton, tal como krill, depende de phytoplankton. La desaparición del zooplankton alternadamente afecta seabirds y pescados de las sardinas a las ballenas. NOAA, la administración oceánica y atmosférica nacional, encontró 20 a 30 por ciento de gota en salmones juveniles de las costas de Oregon, de Washington, y de Colombia británico; y la supervisión en California central y norteña demuestra el número más bajo del rockfish juvenil en más de 20 años. El mundo no tiene todavía sentía el impacto verdadero de calentarse global puesto que los océanos han absorbido tanto calor y el CO2. El centro nacional de los E.E.U.U. para la investigación atmosférica (NCAR) puso hacia fuera dos estudios en marcha de 2005. Sugieren que debido a la inercia termal de las temperaturas de los océanos y de los niveles de mar globales continúe levantándose por los 100 años próximos - incluso si las emisiones de gas del invernadero vienen bajo control. Primeras muestras de un derrumbamiento de la corriente de golfo Las presentaciones de la abertura en la Exeter, conferencia BRITÁNICA dieron el gravamen más comprensivo de "supuestos blancos salvajes", los acontecimientos del cambio del clima que arriesgan los lazos de regeneración ya no responden a la intervención humana. Los acontecimientos del escape, o los derrumbamientos ecológicos incluyen derretir acelerado de las hojas enormes del hielo del antártida y de Groenlandia, así como la declinación y la revocación posible de la corriente de golfo que transporta calor de las zonas tropicales a Europa. En la película de Hollywood "el día después de la man¢ana," la corriente de golfo para el fluir en una cuestión de días, creando una edad de hielo inmediata en la costa atlántica y la Europa occidental. Los científicos en Exeter dijeron que tomaría por lo menos diez años para que tal acontecimiento revele y algunos cientos años instale las condiciones. Pero advirtieron que la circulación de Thermohaline, como llaman la corriente de golfo, haya parado fluir antes de que -- y que nosotros tenga ya probabilidad mayor del de 50% de una parada si no decretamos políticas terminantes del clima. La cantidad de calor transportó el norte por la corriente de golfo, que guarda del warmer centígrado de Europa 5 a 10 grados occidentales que estaría normalmente en su latitud, los iguales un millón mil millones vatios -- de suficiente satisfacer las necesidades energéticas de 100 tierras. Incluso una falta parcial de la corriente de golfo tendría consecuencias enormes. La corriente de golfo toma calor del sol ecuatorial. Conducido por el calor, la corriente fluye al noreste hacia Europa y las hojas del hielo de Groenlandia, donde el agua se refresca y se hunde. El el refrigerador y más salado el agua, más fuerte es el movimiento que se hunde. El agua fresca y salada densa de la corriente de golfo entonces fluye de nuevo a las zonas tropicales en un nivel más profundo del océano. Mientras que las regiones polares y los océanos se están calentando, el aguanieve de las hojas y de los glaciares del hielo está cambiando la salinidad del océano. Una combinación de la temperatura superficial de levantamiento del océano, y la salinidad que disminuye, cambia ya visiblemente el movimiento de las corrientes del mar que dependen de diferencias en calor y coolness, y del peso que una salinidad más alta agrega al agua como la fuerza impulsora. Los cambios en grande de la salinidad en los mares árticos y subárticos fueron divulgados en junio de de 2005, en la ciencia del diario. El curry de Ruth de las maderas agujerea a institución oceanográfica en bacalao de cabo, en Massachusetts, temperatura analizada, salinidad, y datos de la densidad, recogidos en el Océano Atlántico del norte durante los 55 años pasados. Se advirtió que las cantidades excesivas de de agua dulce descargada en el Atlántico Norte podrían afectar el flujo de la corriente de golfo. Sabemos, de datos del hielo-corazo'n, cuando la corriente de golfo ha parado fluir antes. El derrumbamiento más reciente, hace 15.000 años durante el Dryas más joven, fue causado por la dulcificación del Océano Atlántico del norte, cuando los glaciares que cubrían Norteamérica derritieron y comenzaron a atravesar el canal del San Lorenzo en el Atlántico, en vez en del golfo de México vía el Mississippi. El derretir acelerado de hoy de las hojas árticas y antárticas del hielo puede reconstruir estas condiciones, no apenas para la corriente de golfo pero también para otras partes de la circulación global del océano. En mayo de este año, los tiempos de Londres divulgaron que las primeras muestras de una desaceleración de la corriente de golfo habían sido detectadas por un investigador de la universidad de Cambridge, que engancha paseos en un submarino real de la Marina de guerra a una de las tres áreas donde la corriente de golfo invierte su curso. Peter Wadhams dijo que "hasta hace poco tiempo podríamos encontrar las chimeneas gigantes del ` en el mar en donde las columnas del agua fría, densa hundían de la superficie al fondo del mar 3.000 metros abajo, pero ahora casi han desaparecido." De la costa de Groenlandia, el estante del hielo de Odden creció una vez hacia fuera en el mar de Groenlandia cada invierno, y retrocedió en el verano. El Odden accionó la formación anual de las columnas del agua que se hundían en esa área. Sin embargo, desde 1997, el estante ha dejado de formar. Donde Wadhams había observado una vez 12 columnas gigantes de agua que se hundía debajo del hielo, él ahora encontró solamente dos -- y eran tan débiles que no podían alcanzar el fondo del mar. Wadhams también predice derretir completo del verano del casquillo de hielo ártico cerca desde 2020. En sus viajes submarinos, usando el sonar para examinar el casquillo de hielo de debajo, él ha observado un 46% el enrarecer sobre los últimos 20 años. La hoja del hielo de Groenlandia está derritiendo El peligro más grande a la corriente de golfo viene de aguanieve de la hoja del hielo de Groenlandia, el segundo almacén más grande del agua dulce en este planeta. Si todos los ellos derritieran, los niveles de mar alrededor del mundo se levantarían por 7 metros -- sobre 20 pies. No obstante incluso una fusión parcial afectaría la corriente de golfo, diluyendo la derecha de agua salada en el punto crucial adonde la corriente de golfo se hunde y vuelve a las zonas tropicales. Profesor Michael Schlesinger de la universidad de Illinois, del Urbana-Chama'n, que modelo del clima predice ya una ocasión del 50% de la parada de la corriente de golfo si no decretamos políticas del clima, y de una parada del 25% incluso si limitamos los gases del invernadero, basada su estimación solamente en la precipitación creciente, debido a calentarse global. Él ahora dice que él tendrá que incluir aguanieve adicional de la hoja del hielo de Groenlandia en su sistema siguiente de datos, porque aparece que el derretimiento ha comenzado. Las observaciones respecto a la hoja del hielo de Groenlandia son hechas por G.P.S. (sistemas de colocación globales) y radar y laser vía los satélites y los aeroplanos. Los datos de G.P.S. de los últimos 5 años demuestran derretir acelerado, e incluso el principio de un efecto posible de la regeneración: más la hoja del hielo derrite más rápidamente comienza a moverse. La razón de esta aceleración, se cree, es que el aguanieve de la superficie de la hoja del hielo hace su manera abajo a la roca de fondo abajo, donde actúa como lubricante, más futuro acelerando el resbalamiento y la desintegración. ¿La pregunta ahora está, cuándo este proceso de la regeneración alcanza el punto de ninguna vuelta? James Hansen, cabeza del instituto de Goddard para los estudios del espacio, dice que si las emisiones del invernadero-gas ahora no se controlan, la desintegración total de la hoja del hielo de Groenlandia se podría fijar en el movimiento en una cuestión de décadas. Aunque podría tomar centenares, quizás los millares, de años completamente al juego hacia fuera, una vez que estuvieron comenzados el proceso llegaron a ser uno mismo-que refuerzan y no pueden ser parados. La corriente de golfo es apenas una porción de un sistema global complejo de las corrientes del océano que afectan temperaturas, los vientos, y la lluvia a través del planeta entero. Ahora tenemos cartas de estas corrientes de gran alcance conducidas por el calor y el coolness, atravesando todos los océanos, - Atlántico, el Pacífico, e indio. Y los toda interconectan vía fluir actual circumpolar enorme alrededor del antártico. Los cambios en el poste del sur por lo tanto tendrían un efecto incluso más grande que ésos en el ártico. Derrumbamientos del estante del hielo y el derretir del antártida El antártico es el 5to continente más grande. Sostiene el 90% del agua dulce del mundo. Una comparación en escala a la hoja del hielo de Groenlandia demuestra que si todo el hielo antártico derritiera, los niveles de mar se levantarían cerca sobre 169 pies. El antártico ha tenido una hoja permanente del hielo por 30 millones de años pasados. El examen antártico británico (BAS) en Cambridge ahora divulga calentarse rápido en la península antártica del oeste y el wais, la hoja antártica del oeste del hielo. De los 224 glaciares en la península antártica, sobre el 87% esté en retratamiento. Los estantes importantes del hielo se han derrumbado. Los científicos de BAS creen que los estantes del hielo que desaparecen ahora están contribuyendo a derretir más rápido de los glaciares protegidos antes por el estante flotante del hielo en su base. El estante enorme del hielo de Larsen B del antártida se derrumbó en apenas 35 días después de que un satélite de la NASA detectó las primeras rupturas a finales de enero de 2002; era áspero el tamaño de Luxemburgo. Manche los sedimentos de ese estante del hielo revelan que Larsen B había sido intacto por 20.000 años - desde el pico de la edad de hielo pasada. Ningún derrumbamiento de este tamaño ha sucedido desde el final de la edad de hielo pasada. Un vecino más pequeño de Larsen b, Larsen A, interrumpió en 1995. Según estudios por el BAS, otros estantes mucho más grandes del hielo cerca, por ejemplo el Ross y el Ronne, cada uno más grande que Francia, también se considera en el riesgo de la desintegración. Otro desarrollo preocupante en el antártico, según el director del BAS, Chris Rapley, es el flujo acelerado de las corrientes del derretimiento por debajo de la hoja antártica del hielo. Hasta hace poco tiempo, los científicos no podían explicar las subidas mundiales del nivel del mar del vigésimo siglo entre de 1 y 2 milímetros por año, por la cantidad de hielo que ha derretido de los glaciares y de las hojas del hielo. Incluso después de considerar la extensión termal, se preguntaban de adonde el agua adicional venía. La demostración de los descubrimientos recientes una fuente ocultada importante del agua viene de las hojas polares del hielo. En el antártico, las corrientes del hielo, y una red nuevamente descubierta de los tributarios por debajo de las hojas del hielo, drenan 33 lavabos importantes. Los caudales son mucho más rápidos que asumidos previamente. Hiele las corrientes, de los glaciares de la alimentación detrás del Larsen derrumbado A y los estantes del hielo de B, también demuestran flujos acelerados. El BAS llama esto "corcho fuera un efecto de la botella". Estas "tarjetas salvajes," el derretir de los casquillos de hielo polares y la acidificación de los océanos, eran solamente los acontecimientos más dramáticos en la agenda de la Exeter, Reino Unido, satisfaciendo en los peligros de clima-cambian. El número de papeles científicos, registrando cambia en los ecosistemas debido a calentarse global, extendido en cinco años, a partir del 14 más que mil. En una presentación después de otra, los científicos describieron una crisis que habían dedicado sus vidas para evitar. Geoffrey se inclina, que assistió a la conferencia, escribió que había poco en el cuarto que no detectó a sus niños o nietos que estaban parados invisiblemente en sus hombros. La conclusión formal de la reunión, ese cambio del clima "ocurría ya" y ésa "en muchos casos los riesgos es más seria que pensó previamente," aparecido en la prensa todo sobre el mundo -- excepto en los Estados Unidos. No obstante incluso en la prensa europea, muy pocos escritores adquirieron los detalles científicos de esta historia, sin los cuales la acción política y la organización son imposibles. La inclinación de Geoffrey escribió: la "humanidad es Sleepwalking al extremo de la tierra." Bush-Guerras en ciencia del clima Después de que la reunión de Exeter, en una entrevista para la radio de TUC, el director de BAS, Chris Rapley, hablaran sobre cómo, en aspectos públicos, él tiende un puente sobre el boquete entre la ciencia, y la comprensión popular de estos cambios dramáticos. Él dijo que él refiere siempre al cuadro de la tierra en el espacio tomado por Apolo 17: el planeta azul pequeño, inclinado de nuevo a la demostración el antártico, rodeado por grado de oscuridad manchado de tinta. La imagen, él dice, demuestra que éste es todo allí es, ningún otro vida-apoya rastros del sistema detrás; y, eso en el planeta todo se interconecta. La tierra es la más compleja y el objeto complicado en el universo de el cual sabemos, dice Rapley, astrónomo de radio por el entrenamiento. Solamente la tierra tiene un océano y nubes. Solamente la tierra tiene la física, la biología, la geología, la química, y antropología. Los seres humanos han transformado la tierra de una manera dramática, especialmente en los 50 años pasados. Hemos cambiado no solamente drástico el ciclo de carbón por quemarse del combustible fósil y del carbón, y aumentando los fuegos del bosque; también hemos cambiado el ciclo de nitrógeno por todo el mundo por la cantidad de nitrógeno que era fijado por uso industrial de la agricultura y del fertilizante. Hemos transformado más que mitad de la superficie de la tierra a través de agricultura, de la tala de árboles, de la explotación minera, de la industria, de pavimentar, y de ciudades cada vez mayores. Estos cambios han alterado la humedad de los sistemas del clima a propósito se intercambian entre la tierra y la atmósfera. Hemos destruido biodiversidad cambiando de puesto las plantas y los animales en lugares y las condiciones donde no pueden sobrevivir. Nuestra propia supervivencia, como seres humanos, es solamente levemente más segura. Estamos viendo que el más básicos de nuestras necesidades -- aire, agua, cubierta, y energía -- desaparecen antes de nuestros ojos. Rapley concluyó que no hay manera de imaginarse que los seres humanos podrían hacer todas estas cosas sin un efecto. El fallecimiento de nuestro común vida-apoya el sistema es acelerado por las actividades aún más energy-intensive, por las cuales un grupo de gente privilegiado procura asegurar su supervivencia. La reunión en Exeter fue celebrada explícitamente para convencer a la administración de Bush que ensamble el resto del mundo industrializado, y utilice la reunión G8 de julio 2005 para fijar límites en emisiones de gas del invernadero. Los Estados Unidos y la Australia, los contaminadores más grandes del mundo dos, -- a este día -- están rechazando ser parte de cualquier acuerdo global de limitar el CO2 y otros gases del invernadero. La reunión G8 vino y fue. Los E.E.U.U., con el 42% de CO2 global del combustible fósil, y los 34% de emisiones de gas combinadas del invernadero, permanecido no solamente fuera del esfuerzo de la estabilización del clima pero también luchado vigoroso prevenir cualesquiera progresan en fijar límites. Dado la cantidad extraordinaria de gases del invernadero emitidos por los E.E.U.U., este país solamente puede retardar dramáticamente el cambio del clima, o traiga el planeta al punto que hierve. Tres semanas antes de la cumbre G8, el observador (Reino Unido) imprimió un sistema de documentos escapados que revelaban cómo la casa blanca de Bush hizo descarrilar tentativas de tratar calentarse global. Estas sumisiones al plan de acción G8 demuestran que los funcionarios de Washington suprimieron incluso la sugerencia que el calentarse global ha comenzado ya. Entre las oraciones de la llave quitadas estaban: "nuestro mundo se está calentando. El cambio del clima es una amenaza seria que tiene el potencial de afectar cada parte del globo. Y sabemos que... las actividades de la humanidad están contribuyendo a este calentarse. Esto es una edición que debemos tratar urgente." En la conferencia de Exeter el destacamento de fuerzas del cambio internacional del clima, Reino Unido, dijo que si no hacemos nada se derrumbará el sistema del clima. Stephen Byers, la co-silla de ese destacamento de fuerzas y consejero a Blair tony, dijo que el punto de ninguna vuelta se podría alcanzar en una década. La delegación de Bush a la cumbre G8 de julio 2005 en Escocia, George probablemente uniforme Bush mismo, está enterada de ese plazo. Sin embargo la advertencia desapareció bajo la misma manta de la negación y de las mentiras absolutas producidas por la industria, sus científicos pagados, y administración de Bush. Entre todos los documentos oficiales que niegan el cambio del clima, sólo uno envía un diverso mensaje: el informe sobre "cambio del clima como preocupación de la seguridad nacional," comisionó para Donald Rumsfeld del ordenar de Andrew del consejero de la defensa de Pentagon, e hizo a público en febrero de 2004. La red global del negocio escribió para el pentágono: "el foco en la investigación del clima ha estado cambiando de puesto lentamente de gradual al cambio rápido. En 2002, la National Academy of Sciences publicó un informe que concluía que las actividades humanas podrían accionar el cambio precipitado. Un año más adelante, el foro económico en Davos, Suiza del mundo, incluyó una sesión en la cual Roberto Gagosian, director de las maderas agujerea a institución oceanográfica en Massachusetts, policymakers impulsados para considerar las implicaciones del cambio precipitado posible del clima en el plazo de dos décadas." Si en una década como los científicos BRITÁNICOS diga, o dos como el estudio del pentágono dice, un consenso se está convirtiendo que estamos alcanzando una fase de las cambios peligrosas, precipitadas, e irreversibles del clima. Sin embargo, para la administración de Bush, esto no es, sino solamente una edición militar ecológica o humanitaria. Preguntan solamente cómo proteger las fronteras de los E.E.U.U. contra refugiados ambientales, cómo dominar las naciones que se derrumban bajo presiones ambientales, cómo guardar el acceso al alimento, el agua, y la energía mientras que otras partes del mundo van hambrientas y sedientas; cómo guardar la pre-eminencia nuclear, mientras que esas armas en otros países caen en las manos de insurrectos. La semejanza misteriosa de estas metas y métodos, con los de la guerra supuesta en terrorismo, plantea la cuestión de si esa guerra en terrorismo no es realmente ya una guerra en la tierra. Y, como en la guerra en terrorismo, los desastres ecológicos ya que ocurren -- como el compartimiento Ladens de Osama -- son necesarios y promovidos. Y los fundamentalistas religiosos están conduciendo este delantero porque el dios le ha dado el dominio sobre el planeta para hacer mientras que él desea. Y, como el tiempo irrecuperable pasa, noticias peores de derrumbamientos ecológicos emergen: Agosto a principios de de 2005, el nuevo científico divulgó que, en Siberia occidental, un área del permafrost, el tamaño de Francia y Alemania combinaron, está deshelando por la primera vez desde la edad de hielo, hace 11.000 años. Cuál estaba hasta hace poco tiempo una extensión de la turba congelada está dando vuelta en un paisaje quebrado del fango y de los lagos, mayor que un kilómetro a través. El pantano de la turba del área contiene 70 mil millones toneladas estimadas de metano, un gas del invernadero 20 veces más potente que el CO2, que, si estuvo lanzado, podría aumentar dramáticamente el índice de calentarse global. Incluso en un panorama del mejor-caso, estaba el metano que se lanzará lentamente durante 100 años, él doblaría con eficacia los niveles atmosféricos del gas, conduciendo a un aumento del 10% a del 25% en calentarse global, científicos dichos en el centro de Hadley en Exeter, Reino Unido. Los científicos de la universidad de estado de Tomsk y de Oxford, que descubrieron el derretimiento, dijeron que éste era otro efecto de la regeneración, un "derrumbamiento ecológico que es probablemente irreversible y está conectado indudablemente con calentarse climático." Puede haber algo, bastante cínico pensar que el cambio del clima es un experimento interesante de la ciencia ficción, o bastante codicioso desear extraer la gota pasada del aceite de la tierra que muere para un beneficio. Pero qué sobre el resto de nosotros: ¿no cínico, no codicioso y arrogante? Está bastante claro que allí vive la necesidad de ser cambios GRANDES en la manera nosotros -- y ésa es espantosa para muchos, puesto que hemos hecho tan dependientes en esta civilización tecnológica. No obstante los científicos nos dicen que los acontecimientos extremos del tiempo a venir, por ejemplo las inundaciones, los huracanes, subida del nivel del mar, y las olas de calor sin precedentes, sean más espantosos que cualquier cambio en la manera que elegimos ahora vivir. Hay un sistema de figuras que es ambos que presionan profundamente y esperanzados. Los datos publicados pasados del banco mundial para las emisiones del CO2 por capita indican ese, mientras que cada hombre, mujer, y niño en los E.E.U.U. pone hacia fuera 20 toneladas métricas de CO2 per annum, ésos en la unión europea pusieron hacia fuera 8 por persona por año; China 2; y la salida de los nigerians, que nos proveen de mucho del aceite que nos quemamos en el CO2, es cero -- debajo de escala. En 2002, Nosotros-Americanos usados sobre 12.000 kilovatios-hora de electricidad por persona; Europeos utilizaron menos que mitad de la cantidad, mientras que el uso en China es 987 kilovatios-hora por persona. El uso de los E.E.U.U. per-capita del aceite es dos veces el de la unión europea, y de más de 8 veces que de China. ¿Qué si China aspira a nuestro estándar vivir? ¿Y por qué no, si nosotros dispuesto no se cortan detrás? Europa pasa con tanto menos CO2-output y energi'a-entrada, mientras que ya planea para otros cortes. ¿Dónde no es la medida de justicia global, entre los que causa ningún daño y los que uso extravagante de combustibles fósiles daña todos ? Sin importar quién está conduciendo esto: la industria, los fundamentalistas militares, religiosos, o cualquier permutación del gobierno, sea rojo o azul, responsabilidad del derrumbamiento del clima que se acerca bajarán de forma aplastante en los Estados Unidos. Puesto que eco-se derrumban el gobierno y las corporaciones de los E.E.U.U. rechazan cortar detrás sino están conduciendo no sólo adelante, está hasta las gentes normales para rechazar la colaboración y para controlar los autores. Para nosotros que viven en los E.E.U.U., la oportunidad y la hora de diferenciar que afectará el planeta entero ahora está. Maria Gilardin produce la radio de TUC, un programa de radio de media hora semanal que se distribuya para libre a todas las estaciones de radio vía la venda de radio de Pacifica KU, y como un archivo mp3 en el Web site de radio de TUC: www.tucradio.org. Ella puede contactada en: tuc@tucradio.org
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